Respuestas
Las angiospermas se dividen en dos clases, atendiendo al número de hojas primordiales o cotiledones de sus semillas. El número de aquéllas, tan vario en las gimnospermas, se reduce aquí a dos tipos; unas tienen 2 cotiledones, otras, en menor número, un solo cotiledón. Las primeras se llaman dicotiledóneas; las segundas, monocotiledóneas. Estas dos grandes clases difieren no sólo por el número de sus hojas seminales, sino por un conjunto de caracteres importantes.
En primer lugar, el cotiledón único de las monocotiledóneas, en forma de escudete, está adosado al endosperma de la semilla y no suele salir al exterior cuando ésta germina; sirve de órgano de absorción del tejido nutricio, cuyas reservas transmite a la plantita.
En las dicotiledóneas, las dos hojas seminales salen casi siempre de la semilla y aparecen en el ápice del llamado eje hipocotíleo, una a cada lado de la plúmula o yemecilla terminal. El rejo, o raíz embrionaria, se desarrolla en las dicotiledóneas para formar, en la mayoría de los casos, la raíz principal de la planta; en las monocotiledóneas, por el contrario, cesa pronto de crecer, se atrofía, y en su base nace un conjunto de raíces adventicias, todas de la misma categoría, formando un manojo.