Respuestas
En el pasado, prácticamente ninguna de las guerras no revolucionarias y no ideológicas
se había librado como una lucha a muerte o hasta el agotamiento total. En
1914, no era la ideología lo que dividía a los beligerantes (...) ¿Por qué, entonces,
las principales potencias de ambos bandos consideraron la Primera Guerra Mundial
como un conflicto en que solo se podía contemplar la victoria o la derrota total?
La razón es que, a diferencia de otras guerras anteriores, impulsadas por motivos
limitados y concretos, la Primera Guerra Mundial perseguía objetivos ilimitados.
En la era imperialista se había producido la fusión de la política y la economía. La
rivalidad política internacional se establecía en función del crecimiento y la competitividad
de la economía pero el rasgo característico era precisamente que no tenía
límite(...). De manera más concreta, para las dos beligerantes principales, Alemania
y Gran Bretaña, el límite tenía que ser el cielo, puesto que Alemania aspiraba
a alcanzar una posición política y marítima mundial como la que ostentaba Gran
Bretaña, lo cual automáticamente relegaría a un plano inferior a una Gran Bretaña
que ya había iniciado el declive. Era el todo o nada (...) Era un objetivo absurdo
y destructivo que arruinó tanto a los vencedores como a los vencidos. Precipitó a
los países derrotados en la revolución y a los vencedores en la bancarrota y en el
agotamiento material.