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La primera clasificación que se puede hacer con los tumores cerebrales es en primarios o metastásicos. Los tumores cerebrales primarios son aquellos que se originan en el cerebro. Suelen aparecer durante la infancia o a partir de los 40 o 50 años.
El tipo de tumor y su localización vienen determinados por la edad; en la infancia y adolescencia predominan los astrocitomas infratentoriales y los tumores de la línea media, como el meduloblastoma y el pinealoma; en la edad adulta, los astrocitomas anaplásicos y glioblastomas.
Las manifestaciones de los tumores cerebrales suelen aparecer de forma brusca y rápida. Tal y como explica SEOM, los síntomas varían en función de la zona o las zonas a las que afecten.
Los tumores cerebrales pueden comenzar con crisis epilépticas o con signos comunes a otras patologías, como lentitud de pensamiento, falta de concentración y cambios del carácter o del comportamiento. Además, hay otras manifestaciones secundarias que pueden aparecer como consecuencia del aumento de la presión intracraneal: dolor de cabeza o vómitos, y algunos relacionados con la localización del tumor (alteraciones del lenguaje o del movimiento).
Según la situación del tumor pueden presentar diferentes síntomas:
Lóbulos frontales: Los pacientes con tumores en esta zona pueden tener parálisis en la cara o en las extremidades, cambios de humor, falta de atención, trastornos del lenguaje o incontinencia urinaria, entre otras.Lóbulos temporales: En estos casos las personas afectadas pueden desarrollar trastornos visuales, auditivos, del equilibrio, olfato y gusto. Los trastornos del lenguaje y de la memoria, así como las alteraciones de la conducta y de las emociones, también son características de este tipo de tumores.
Lóbulos parietales: Estos síntomas son más complejos debido a la ubicación. Los predominantes son los trastornos visuales y la dificultad para reconocer objetos o partes del cuerpo o del lenguaje.
Lóbulos occipitales: Los más comunes son los trastornos visuales, como la ceguera.
cambios en las funciones mentales de la persona
vomito
dificultad para leer
temblor en las manos
hormigueo en el cuerpo
confusion y perdida de memoria
cambio de personalidad estado de animo e emociones
dificultades para hablar y entender a las personas
cambio del sentido del olfato oido y gusto