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Muy bien es sabido que la pedofilia es la atracción gustativa y de deseo de un adulto sobre un niño, niña y/o adolescente. Desde el ámbito médico de la psiquiatría, la pedofilia es considerada como un trastorno sexual que conlleva a quien lo sufre o lo presenta sienta atracción física y sexual con respecto a los niños de su mismo o diferente sexo, así como también, que mantenga fantasías sexuales con estos.
Desde el punto de vista personal, considero que la pedofilia ya es un caso de locura y que quien lo practique debería ser penalizado por uno de los más fuertes castigos debido a que se está poniendo en juego la dignidad, la moral y la inocencia de los niños. Además, es válido agregar que, “al cesar lo que es del cesar, y al cazador lo que es del cazador”, es decir, que está bien que haya gustos y relaciones de amistad de niños entre sí y adolescentes entre sí, así como relaciones de noviazgos y encuentros sexuales entre adultos; pero, nada de eso de niños con adultos, eso no está para nada bien.