Respuestas
ue mucho más que un ejemplo desde la cuidada organización protocolar. La ceremonia traspaso de mando en Chile entre Sebastián Piñera y Michelle Bachelet se ubicó a años luz de los parámetros en que se mueve la política tradicional de la Argentina en los últimos años.
En el recinto del Congreso de Valparaíso no hubo barras de militantes ni papelitos volando por los aires con consignas contra el presidente saliente. Por el contrario, desde lo protocolar se mostró un fuerte signo de civilidad: saludos de rigor entre contrincantes, aplausos y gestos de sintonía. Claro que el orden y la disciplina expuesta estuvieron acompañados por un fuerte dispositivo de carabineros y personal de protocolo. Aunque a nadie se le ocurrió burlar esa organización. Unos días antes se entregaron manuales operativos del lugar de la ceremonia, mails con información de horarios y otros datos que ayudaron al orden.
Desde lo político, el gesto que se vio en la ceremonia de Chile fue aún mayor: un presidente saliente se fue una vez más del Congreso de Valparaíso aplaudido por todos los presentes, sin distinciones y a pesar de que la presidenta entrante, como es Bachelet, integra una coalición política totalmente opuesta a la de Piñera. Esta foto de un presidente chileno saliente acompañado con aplausos también se vio antes con Ricardo Lagos y con la misma Bachelet. Las buenas costumbres se mantienen, así como las políticas de Estado. Lo estudíe justo ayer, me agradeces por favor?