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uno de los fenómenos astronómicos más ampliamente estudiado por los mayas fue el de los eclipses.
Para los mayas, la brillantez y regularidad del Sol era un reflejo de un orden cósmico estable y continuo; los eclipses, al opacar al astro rey, rompían con este orden y regularidad, por lo que eran considerados un mal augurio sobre el mundo.
Para los mayas el sol era un ser vivo que respiraba y que cada cierto tiempo se sincronizaba con el inmenso ser vivo en el que residía, y que al recibir un chispazo de luz desde el centro de la galaxia brillaba más intensamente (los científicos actuales llaman a esto erupciones solares). Ellos entendían estos procesos cósmicos como "respiraciones de la galaxia", ciclos sincronizados que se repetían cada cierto tiempo ocasionando cambios en la tierra, mientras la conciencia del hombre sí cambiaba a su paso por el tiempo siguiendo un proceso de perfección.
Por este motivo, les era impresindible entender cuándo sucedería un eclipse lo que se convirtió en tema de profundo análisis para los sacerdotes-astrónomos mayas.
En tres únicos códices mayas que aún se conservan se pueden apreciar representaciones de eclipses, en particular el Códice de Dresden, que posee varias cuentas vinculadas claramente con eclipses.
Asombrosamente, la tabla contenida en el Códice Dresden, debió haber sido resultado de una cuidadosa y paciente labor de observación, porque al relacionar las fechas del calendario ritual, se encontró que dichas cuentas corresponden con 69 eclipses solares reales, 18 de los cuales se pudieron observar en tierra maya.
Asombrosamente se ha logrado investigar que esta tabla del Códice Dresde, predecía los eclipses aunque éstos no fueran visibles en tierras mayas. Y las pequeñas variantes en las predicciones mayas de los eclipses, nunca eran mayores a un día completo.
Espero que te sea útil la información.
Un saludo*!
La Astronomía MayaEn América, durante la época precolombina, se desarrolló un estudio astronómico bastante extenso. Algunas observaciones mayas son bien conocidas, como el eclipse lunar del 15 de Febrero del 3379 a.C.Los Mayas tenían su propio calendario solar y conocían la periodicidad de los eclipses. Inscribieron en monumentos de piedra fórmulas para predecir eclipses solares y la salida heliaca de Venus.