A un lado y al otro del helado cauce se erguía un oscuro bosque de abetos de
ceñudo aspecto. Hacía poco que el viento había despojado a los arboles de la capa
de hielo que los cubría y, en medio de la escasa claridad, que se iba debilitando
por momentos, parecían inclinarse unos hacia otros, negros y siniestros. Reinaba
un profundo silencio en toda la vasta extensión de aquella tierra. Era la desolación
misma, sin vida, sin movimiento, tan solitaria y fría que ni siquiera bastaría decir,
para describirla, que su esencia era la tristeza…, una risa sin alegría, como el sonreír
de una esfinge, tan fría como el hielo y con algo de la severa dureza de lo infalible.
Era la magistral e infalible sabiduría de la eternidad riéndose de lo fútil de la vida y
del esfuerzo que supone. Era el barato y salvaje desierto, aquel desierto de corazón
helado, propio de los países del norte.
Colmillo Blanco, www.informatica.com.ar
Responde en tu cuaderno las siguientes preguntas:
1) ¿Quién es el personaje principal del texto? Descríbelo.
2) ¿En qué temporada, aproximadamente, transcurre el texto?
3) ¿Cuál es el tema del texto? ¿Qué sentimientos refleja?
4) Encuentra en el texto una contradicción y explícala
Respuestas
1) ¿Quién es el personaje principal del texto? El personaje principal es un bosque de abetos tupido y silencioso de un país del norte.
2) ¿En qué temporada, aproximadamente, transcurre el texto? Finales de invierno, inicio de primavera.
3) ¿Cuál es el tema del texto? ¿Qué sentimientos refleja? El texto habla de la tristeza y monotonía que transmitía el bosque de abetos y lo relaciona con conceptos existencialistas como la eternidad y la vida. Refleja tristeza, soledad y abandono.
4) Encuentra en el texto una contradicción y explícala: “… como el sonreír de una esfinge” es una contradicción debido a que las esculturas de esfinges suelen ser un león con cabeza humana, cuyo rosto estoico e inexpresivo. El autor del texto utiliza la frase como metáfora para enmarcar la tristeza que transmite la soledad del bosque.