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Así, detrás de las llamadas leyes de mercado están los intereses de lucro de estas transnacionales. Por eso al mismo tiempo que este enorme adelanto en la técnica se ha producido un gran retroceso en la relación entre los seres humanos.
Mientras conocemos por los medios de comunicación los beneficios de la técnica en los países imperiales, todos los países y pueblos del tercer mundo (con la excepción de algunas contadas con los dedos de la mano, convertidos en plataformas industriales de segundo orden de esas transnacionales) ven que el abismo que los separa de !os países desarrollados crece descomunalmente y con ello la miseria, la desocupación y desesperanza.
Al no reducirse la capacidad adquisitiva de la población mundial (la opulencia de los más ricos y la cierta comodidad de sectores del pueblo en los países imperialistas es suficiente para compensar el empobrecimiento de la mayoría humana) e incrementarse enormemente la producción, se ha generado una superproducción en los países imperialistas y en unos cuantos "países-factoría".
Necesitan entonces para ellos solos el mercado mundial, necesitan ingresar sin limitación de ningún tipo a todos los mercados nacionales y desplazar de ellos a los productores nacionales.
Ese es el verdadero objetivo del neoliberalismo. Por eso se derriba todas las protecciones que pueda tener la economía nacional, se liquida la capacidad de incidencia que puedan tener los estados, se recesa deliberadamente la industria y la agricultura, en nombre dé la privatización se desnacionaliza mas la economía.
El resultado es que el saqueo, la descapitalización de nuestros países se ha acelerado. Ahora no sólo se llevan nuestras riquezas con las utilidades de sus empresas y pagando cada vez menos por nuestras materias primas, por el pago de la deuda externa se van miles de millones de dólares mientras el monto total de la misma sigue creciendo, y por la monopolización transnacional de nuestros mercados internos. Nuestros países tienen cada vez menos capitales para su desarrollo y en nombre de atraer "capitales frescos" la dominación se hace cada vez mas férrea.
Para cubrir esa expoliación inhumana, han creado un mito: el mito sagrado del mercado. El mercado es solo el intercambio de las mercancías entre los hombres, los grupos sociales y los países; apareció casi en los albores de la humanidad, y con el capitalismo alcanzó la dimensión general. No es el mercado el que determina el tipo de relación entre los productores, sino es la relación entre los productores los que determinan el tipo de mercado. No son los hombres los que tienen que estar al servicio y subordinados al mercado, sino los mercados adecuarse a las necesidades humanas.
Simultáneamente a la integración nacional sé conforma también los mercados nacionales, que son la base para una integración económica interna. Los incas ya habían dado enormes avances en esta dirección, gracias a ella la economía era autosuficiente; para ellos crearon una infraestructura nacional de Integración interna: dos grandes caminos que atravesaban de norte a sur todo el territorio nacional, uno por la costa y otro por la sierra que se ramificaban en el altiplano y se unían entre sí por una serie de caminos menores que conectaban a los pueblos entre sí.
El coloniaje primero y la dominación imperialista después destruyeron esa integración económica, para adecuar nuestra economía a sus fines de saqueo y mercado para sus productos.
A comienzos del presente siglo se crearon bolsones de economía capitalista donde estaban los enclaves y existían mercados capitalistas locales completamente dependientes de productos importados o producidos por sus subsidiarias. El resultado, hoy estamos más pobres y atrasados que antes en relación a los países desarrollados.
El Perú necesita construir un mercado interno que permita una real integración nacional, para que los pequeños y medianos productores junto con los trabajadores de todo el país permitan que las necesidades de los peruanos se satisfagan básicamente con la producción de los peruanos.
Pero el dios mercado de los neoliberales no es la construcción dé un mercado nacional, sino derribar los pocos muros de protección que tenga la economía nacional para que las transnacionales dominen completamente nuestro mercado y liquiden el escaso adelanto logrado.
Por eso es que los neoliberales proclaman que el nacionalismo es prehistórico, ocultando que hoy las grandes pugnas en Europa y