Respuestas
Respuesta:
Las guerras fratricidas de la Edad Contemporánea
Por Álvaro López Franco
Tradicionalmente, se ha asociado a las guerras civiles una causa ideológica, pero las investigaciones sobre este tipo de conflictos proporcionan una visión más amplia y encuentran en ellas numerosos conflictos locales y privados.
La guerra plantea muchas preguntas y debates todavía en la actualidad debido a la complejidad de los fenómenos que se desarrollan en ella. Durante las guerras se plantean múltiples problemas sociales, y se acentúa la problemática de las fuentes debido a su posible parcialidad, a las informaciones de tipo propagandístico que se generan en ellas y a las publicaciones que los vencedores de las contiendas suelen generar al término de ellas.
Parte del fin de la guerra civil española
Parte del fin de la guerra civil española (Wikimedia).
A lo largo de la Edad Contemporánea se han desarrollado algunas de las guerras más cruentas —quizá sea más adecuado decir que fueron las que produjeron más muertos y destrucción— entre países y también dentro del mismo país. Las primeras pudieron tener una causa territorial, como ha sido habitual a lo largo de toda la historia, o ideológica. Tradicionalmente se ha asociado a las guerras fratricidas, que también llamamos civiles, una causa ideológica, pero las investigaciones —crecientes— sobre este tipo de conflictos proporcionan una visión más amplia y encuentran en ellas numerosos conflictos locales y privados.
Una investigación publicada en la revista Hispania Nova profundiza en las guerras civiles. En su introducción, se expone que el estudio de las guerras civiles son muy útiles porque revelan «las numerosas disfunciones y y problemas estructurales que aquejan a una sociedad». El debate sobre la capacidad de las guerras civiles para cambiar la realidad política, social y cultural de los Estados todavía se continuará desarrollando, pero la investigación sugiere que el reto está en esclarecer la naturaleza de «confrontación extrema» de las guerras civiles para la conquista del poder político.
La metodología que utilizan los investigadores que publican sus resultados en esta revista se basa en la colaboración internacional y el análisis comparativo. Se centran en los conflictos fratricidas ocurridos en suelo europeo y americano desde principios del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX. Incluye los conflictos de este tipo sucedidos en Argentina, Ucrania, Finlandia, Grecia, Estados Unidos, España e Irlanda.
Una de las conclusiones más interesantes de los estudios es que, a pesar de centrarse —por separado— en contextos sociales e históricos muy diferentes, existe un eje común entre todos ellos. Estos permiten hacer una reflexión transversal sobre el tema de estudio, las guerras civiles. Por ejemplo, el artículo titulado «Las guerras civiles: consideraciones teóricas desde las Ciencias Sociales»” de Eduardo González Calleja se enumeran los numerosos que surgen al analizar un conflicto de este tipo: la cuestión de su definición y clasificación, la multiplicidad de hipótesis sobre su origen, duración y recurrencia y la complejidad de las dinámicas violentas generadas por estas conflagraciones y las diversas alternativas de resolución (la intervención, la negociación o la pacificación).
Según se apunta en la introducción al informe, el estudio de manera sistemática y con base comparativa de las guerras civiles está comenzando ahora, a pesar de ser temas ampliamente debatidos. Argumenta que el interés por ellas aumentó con los conflictos étnicos que surgieron en la última parte del siglo XX, y que todavía hoy condicionan la vida política de los lugares donde se desarrollaron —dentro y fuera de Europa—. Por las propias particularidades del objeto de estudio, los autores del informe invitan a estudiarlo de manera interdisciplinar, transnacional, transversal e intemporal.