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Cuidar el estado emocional y psicológico de una mujer embarazada es tan importante para su salud y la del futuro bebé como atender su estado físico. De hecho, el Colegio americano de Obstetras y Ginecólogos aconseja realizar un cribado psicosocial en cada trimestres del embarazo. De ello se ocupa la Psicología Prenatal y Perinatal, una disciplina muy desarrollada en países como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, que ahora empieza a despuntar en España y donde hace poco que se ha constituido la Asociación Española de Psicología Perinatal (Aepp).
No se trata solo de visitar a un psicólogo perinatal para resolver preocupaciones, dudas, emociones... de los padres ante la llegada de un nuevo hijo. «Si no de tener ayuda para cualquier persona que, sufra o no alteraciones, quiera afrontar una adecuada transición hacia la maternidad. El embarazo cambia la vida y hay que adaptarse a ese acontecimiento», explica Fátima Prieto, psicóloga prenatal y maestra de Infantil y de Primaria de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir).
El estado emocional de la madre afecta al fetoSe ha desmostrado que los nueve meses de gestación constituyen una etapa crucial en la vida de cada ser humano. El tipo de relación con la madre y con el exterior determinarán las actitudes que acompañarán a ese futuro bebé durante toda la vida. «El estado emocional de la madre afecta al desarrollo del feto, va a repercutir en cómo afronte la crianza, en el estado del bebé y, por tanto, en su desarrollo social, cognitivo y emocional», matiza Prieto. De ahí que está disciplina intente «promover que ese entorno sea adecuado, interviniendo en los factores que lo alteran: desde problemas económicos, hasta falta de apoyo social o un embarazo adolescente. Por ejemplo, el estrés maternal severo influye en la segregación de ciertas hormonas placentarias, como el cortisol, potenciando la vulnerabilidad de los niños al estrés», explica la psicóloga.
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