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Respuesta:
- se encuentra la protección de los recursos hídricos, no solamente los ríos, sino también cuencas, humedales y sus áreas vegetales. Pero también la minimización de la erosión del suelo a través del establecimiento de reservas naturales que permitan el control y restauración de bosques y pastizales. Para ello ha sido necesario el desarrollo de sistemas de alerta temprana, intercambio de conocimiento científico y vigilancia que atiendan la ocurrencia de eventos meteorológicos, climáticos extremos y acciones por parte de terceros, esto no solo en áreas terrestres, sino también en ecosistemas marinos.
-Sin embargo, más que un conjunto de medidas y acciones tendientes a vigilar y reaccionar frente a los fenómenos, la estrategia se hace cargo de prevenir futuros desastres, para ello propone medidas de restauración que se complementen con nuevas prácticas agrícolas, pero también acciones para rehabilitar la ecología marina, por ejemplo a través del cultivo de manglares o la protección de arrecifes de coral, así como la restauración de humedales costeros.
-China ha intensificado sus esfuerzos en materia de prevención, mitigación y alivio ante desastres, logrando cada vez mayor resiliencia ante el cambio climático, apunta el documento.
Asimismo, China ha perseverado en un desarrollo bajo en carbono y ha alcanzado resultados positivos en el control de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En 2018, la intensidad del carbono de China disminuyó aproximadamente un 45,8 por ciento en comparación con las cifras de 2005, superando el objetivo de reducir este indicador para 2020 entre un 40 y un 45 por ciento.
El país también ha puesto mayor énfasis en las campañas de sensibilización y promoción sobre el cambio climático y el desarrollo con bajas emisiones de carbono, lo que ha dado lugar a un repunte de la participación de toda la sociedad en la respuesta a esta problemática mundial.