• Asignatura: Castellano
  • Autor: pfabian3101
  • hace 29 días

Una oportunidad para soñar Los líderes mundiales se han comprometido a acabar con la pobreza para el año 2030. Sin embargo, a menos que invirtamos en oportunidades para los niños más vulnerables, 167 millones de niños vivirán, en la pobreza extrema en 2030. Shampa quiere ser banquera cuando grande. Estudia comercio en la escuela y obtiene buenas notas. Pero le preocupa no poder hacer realidad su sueño. Hace menos de un año, su padre, jornalero y principal proveedor de la familia, sufrió un accidente incapacitante que puso el mundo de Shampa al revés. Mientras su familia intentaba sobreponerse a la tragedia, la niña fue a vivir con su tía, que tenía una solución: Shampa, de 15 años, debía casarse. “Mis padres no podían costear mi educación”, explica la niña entre lágrimas. “Entonces, pensaron que si había una persona menos en la familia, la situación sería más fácil”. Shampa se negó a cooperar. Decidía a concluir su educación, consiguió el apoyo de un grupo de jóvenes activistas de la localidad que promueven una mayor rendición de cuentas por parte del Gobierno y el fin del matrimonio precoz. Tan pronto como les explicó el motivo de su preocupación, el grupo entró en acción. Siete adolescentes se presentaron en la cabaña de bambú de su familia, de dos habitaciones, para dar a conocer a sus padres los riesgos del matrimonio a temprana edad. Les contaron que el embarazo precoz se asocia con mayores tasas de mortalidad de madre y el bebé, que Shampa se vería obligada a pasar su vida realizando tareas domésticas y que no podría culminar su educación. Argumentaron que si su hija terminaba sus estudios, tendría muchas más posibilidades de ganar dinero y ayudarles en un futuro. Por último- y esto fue lo que Shampa sospechaba que logró su cometido-, recordaron a sus padres que el matrimonio antes de los 18 años es ilegal en Bangladesh y que esa ley se debe cumplir. Finalmente, el deseo de su tía no se realizó. Pero la experiencia dejó muy afectada a Shampa. “Cuando pienso en esos días, siento temor”, dice. Los progenitores de Shampa se comprometieron a apoyar a su hija hasta el final del año escolar, con el propósito de que obtenga el certificado de la enseñanza secundaria al concluir el décimo grado. Pero dicen que no podrán pagar sus estudios después de obtener su certificado. A pesar de que la enseñanza primaria es gratuita en Bangladesh, la enseñanza secundaria conlleva muchos costos no oficiales. Las tutorías en grupo antes o después de la escuela están muy generalizadas, y la mayoría de los estudiantes las consideran esenciales para el éxito en los estudios. Shampa desearía poder trabajar en lugar de casarse. “Si yo fuera niño, nadie habría insistido en que me casara. Podría haber empezado a trabajar y estaría ayudando a mi familia”. Pero las niñas no tienen muchas opciones: “Solo pueden desempeñar labores domésticas”. Unicef, Estado Mundial de la infancia 2016 Responde: En el texto se tituló Una oportunidad para soñar porque Opciones:  A pesar de las limitaciones económicas, la educación puede cambiar las condiciones de vida y el futuro de los niños.  Aunque los niños no reciban el apoyo de sus padres para estudiar, existen grupos activistas que velan por sus derechos.  La educación gratuita en Bangladesh permite que los niños puedan cumplir con sus expectativas y ayudar a sus padres.  El estado y la familia están comprometidos a que los niños disfruten de los derechos básicos como la educación. a,b,c y d cuál es la respuesta​

Respuestas

Respuesta dada por: borjarodrigo562
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eso es verdad y espero q haci sea concuerdo contigo

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