Respuestas
Respuesta:
Mi dueña Margaret había muerto, estaba solo, sin nadie, rondaba por la calle mojado y sucio, sentía que en cualquier momento me desmayaría, camine hasta que llegue a un parque, me acosté debajo del banco donde la lluvia no llega, llore hasta quedarme dormido... al despertar me di cuenta que ya no estaba en el parque, ahora me encontraba arriba de un inmenso árbol en una calle transitada por personas.. ¿personas? no, no eran personas, ni siquiera parecían humanos, estaba tan inmerso en mis pensamientos que no note cuando alguien me bajaba del árbol, cuando reaccione, mire a quien me había bajado; era una niña de pelo negro con ojos color miel, me sonrió y me dijo que todo estaba bien, que ahora ella estaba conmigo, lo que me sorprendió fue que ella tampoco era humana, dos enormes alas de águila sobresalían de su espalda, me asusté, pero mi cuerpo no reaccionó, seguía procesando todo, ¿Cómo había llegado a este lugar? la niña me cargó hasta que llegamos a una enorme casa color rosa, ahí entro e hizo notar su presencia gritando que había llegado, me llevo a la sala y vi que su familia, tampoco era humana, todos tenían una característica diferente a los humanos, los padres de la niña tenían orejas de conejo y sus tías podían cambiar el color de su pelo, estaba aterrado, pero me calme... si la niña hubiera querido hacerme daño, se hubiera aprovechado de mi cuando me vio en el parque, ellos podían no ser humanos, pero me trataron bien. Dos años pasaron y descubrí que en este mundo la gente nace con habilidades y características no comunes... ahora me encuentro contando mi historia a un grupo de gatitos que mi amada niña trajo a casa.