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Respuesta:
Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban.
2 Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico.
3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
4 Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.
5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?
El mensaje que le puedo dar a esta situación es que los fariseos, juzgaban acciones por el echo de que se sentían jueces. Entonces Jesús los puso en su lugar sanando al enfermo.
Al final lo aclara, y Él menciona que a cualquiera que su animal le pase algo en el día de reposo, quién no haría algo. Mucho más con el hombre hidrópico.