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Respuesta:
Por cima de la montaña
que nos sirve de frontera,
te envía un alma sincera
un beso y una canción;
tómalos; que desde españa
han de ir a dar, vida mía,
en tu alma mi poesía,
mi beso en tu corazón.
Tu padre, tras la montaña
que para ambos no es frontera,
lleva la amistad sincera
del autor de esta canción.
Recibe, pues, desde españa
beso y cantar, vida mía,
en tu alma la poesía
y el beso en el corazón.
Si un día de esa montaña
paso o pasas la frontera,
verás el alma sincera
de quien te hace esta canción,
que la hidalguía de españa
es quien sabe, vida mía,
dar al alma poesía
y besos al corazón.
Poema a mi hija (zorrilla) de José Zorrilla con fondo de libro
Poema "a mi hija (zorrilla)" de José Zorrilla
Lope de Vega
Yace (a la sombra que la gran montaña
-- de Lope de Vega --
Yace (a la sombra que la gran montaña
las dos Castillas, árbitro de hielo,
divide altiva en el hisperio suelo)
florido un valle que Pisuerga baña.
Aquí tu aurora espíritu acompaña,
Grabiel tan vivo que, mudando cielo,
pudo su pluma, con inmenso vuelo,
del sol de Italia ser Faetón de España.
Si el carro de oro no conduces solo
no te aguarde el Erídano Occidente;
por su eclíptica vas de polo a polo.
Sigue sus paralelos felizmente,
sol castellano del latino Apolo,
que a su lado tendrás eterno Oriente.
Poema Yace (a la sombra que la gran montaña de Lope de Vega con fondo de libro
Poema "Yace (a la sombra que la gran montaña" de Lope de Vega
Gutierre de Cetina
por una alta montaña, trabajando
-- de Gutierre de Cetina --
Por llegar a la cima deseada,
una piedra muy grande y muy pesada
sube sísifo a cuestas suspirando.
Mas no tan presto arriba llega cuando
rodar la deja abajo, y no es llegada,
que subilla otra vez y otra le agrada,
de un trabajo otro nuevo comenzando.
Así sube, señora, el alma mía
con la carga mortal de mis cuidados
la montaña de la alta fantasía.
Y aún no son unos males acabados,
cuando la obstinación de mi porfía
sigue los que me están aparejados.
Poema por una alta montaña, trabajando de Gutierre de Cetina con fondo de libro
Poema "por una alta montaña, trabajando" de Gutierre de Cetina
Líber Falco
Proclama
-- de Líber Falco --
Aquí en Montevideo,
albas madrugadas del mundo
soñó mi corazón, ¡pobre andarín nocturno!
Muchachas de los puertos,
marineros borrachos, desde aquí
cáliz fué mi pecho de vuestro vino amargo.
Hermanos tristes,
yo he visto la Luna hacernos muecas
mientras la última estrella de la noche
azul y lejana se perdía...
Noche negra.
Como un recio patriarca, impenetrable, austera
vela la noche o Dios nuestro desvelo.
Y en vosotros la secreta lumbre
y la montaña empinada hacia el cielo
y el río que la ciñe, limpio abrazo.
Y más allá de la noche las estrellas.
Y vuestra lumbre oculta
y la nuestra encendida en los días,
¡hacia la montaña, más allá de la noche
a rescatar la estrella perdida!
Poema "Proclama" de Líber Falco
Julio Herrera Reissig
la noche
-- de Julio Herrera Reissig --
La noche en la montaña mira con ojos viudos
de cierva sin amparo que vela ante su cría;
y como si asumieran un don de profecía,
en un sueño inspirado hablan los campos rudos.
Rayan el panorama, como espectros agudos,
tres álamos en éxtasis... Un gallo desvaría,
reloj de medianoche. La grave luna amplía
las cosas, que se llenan de encantamientos mudos.
El lago azul de sueño, que ni una sombra empaña,
es como la conciencia pura de la montaña...
A ras del agua tersa, que riza con su aliento,
albino, el pastor loco, quiere besar la luna.
En la huerta sonámbula vibra un canto de cuna...
Aúllan a los diablos los perros del convento.
Poema "la noche" de Julio Herrera Reissig
Julio Herrera Reissig
La casa de la montaña
-- de Julio Herrera Reissig --
Ríe estridentes glaucos el valle; el cielo franca
risa de azul; la aurora ríe su risa fresa;
y en la era en que ríen granos de oro y turquesa,
exulta con cromático relincho una potranca...
Sangran su risa flores rojas en la barranca;
en sol y cantos ríe hasta una oscura huesa;
en el hogar del pobre ríe la limpia mesa,
y allá sobre las cumbres la eterna risa blanca...
Mas nada ríe tanto, con risas tan dichosas.
Como aquella casuca de corpino de rosas
y sombrero de teja, que ante el lago se aliña...
¿Quién la habita...? Se ignora. Misteriosa y huraña
se está lejos del mundo sentada en la montaña,
y ríe de tal modo que parece una niña.
Poema "La casa de la montaña" de Julio Herrera Reissig
Ricardo Güiraldes
Paseo
-- de Ricardo Güiraldes --
De Río a Copacabana.
Se dispara sobre impecable asfalto, se agujerea una montaña y se redispara, en herradura, costeando océano y venteándose de marisco.
El mar alinea paralelas blancas con calmos siseos. El cielo está siempre clavado al techo, por sus estrellas; los morros fabrican horizontes de montaña rusa...
Y luna calavereando.
Río de Janeiro, 1914.
Poema "Paseo" de Ricardo Güiraldes
Julio Herrera Reissig
La noche (Herrera y Reissig)
-- de Julio Herrera Reissig --
La noche en la montaña mira
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