• Asignatura: Biología
  • Autor: dahianararengifomont
  • hace 3 meses

poesía con montaña tierra arboles agua fuego y cosmos​

Respuestas

Respuesta dada por: abikitasolam
0

Respuesta:

Por cima de la montaña

que nos sirve de frontera,

te envía un alma sincera

un beso y una canción;

tómalos; que desde españa

han de ir a dar, vida mía,

en tu alma mi poesía,

mi beso en tu corazón.

Tu padre, tras la montaña

que para ambos no es frontera,

lleva la amistad sincera

del autor de esta canción.

Recibe, pues, desde españa

beso y cantar, vida mía,

en tu alma la poesía

y el beso en el corazón.

Si un día de esa montaña

paso o pasas la frontera,

verás el alma sincera

de quien te hace esta canción,

que la hidalguía de españa

es quien sabe, vida mía,

dar al alma poesía

y besos al corazón.

Poema a mi hija (zorrilla) de José Zorrilla con fondo de libro

Poema "a mi hija (zorrilla)" de José Zorrilla

Lope de Vega

Yace (a la sombra que la gran montaña

-- de Lope de Vega --

Yace (a la sombra que la gran montaña

las dos Castillas, árbitro de hielo,

divide altiva en el hisperio suelo)

florido un valle que Pisuerga baña.

Aquí tu aurora espíritu acompaña,

Grabiel tan vivo que, mudando cielo,

pudo su pluma, con inmenso vuelo,

del sol de Italia ser Faetón de España.

Si el carro de oro no conduces solo

no te aguarde el Erídano Occidente;

por su eclíptica vas de polo a polo.

Sigue sus paralelos felizmente,

sol castellano del latino Apolo,

que a su lado tendrás eterno Oriente.

Poema Yace (a la sombra que la gran montaña de Lope de Vega con fondo de libro

Poema "Yace (a la sombra que la gran montaña" de Lope de Vega

Gutierre de Cetina

por una alta montaña, trabajando

-- de Gutierre de Cetina --

Por llegar a la cima deseada,

una piedra muy grande y muy pesada

sube sísifo a cuestas suspirando.

Mas no tan presto arriba llega cuando

rodar la deja abajo, y no es llegada,

que subilla otra vez y otra le agrada,

de un trabajo otro nuevo comenzando.

Así sube, señora, el alma mía

con la carga mortal de mis cuidados

la montaña de la alta fantasía.

Y aún no son unos males acabados,

cuando la obstinación de mi porfía

sigue los que me están aparejados.

Poema por una alta montaña, trabajando de Gutierre de Cetina con fondo de libro

Poema "por una alta montaña, trabajando" de Gutierre de Cetina

Líber Falco

Proclama

-- de Líber Falco --

Aquí en Montevideo,

albas madrugadas del mundo

soñó mi corazón, ¡pobre andarín nocturno!

Muchachas de los puertos,

marineros borrachos, desde aquí

cáliz fué mi pecho de vuestro vino amargo.

Hermanos tristes,

yo he visto la Luna hacernos muecas

mientras la última estrella de la noche

azul y lejana se perdía...

Noche negra.

Como un recio patriarca, impenetrable, austera

vela la noche o Dios nuestro desvelo.

Y en vosotros la secreta lumbre

y la montaña empinada hacia el cielo

y el río que la ciñe, limpio abrazo.

Y más allá de la noche las estrellas.

Y vuestra lumbre oculta

y la nuestra encendida en los días,

¡hacia la montaña, más allá de la noche

a rescatar la estrella perdida!

Poema "Proclama" de Líber Falco

Julio Herrera Reissig

la noche

-- de Julio Herrera Reissig --

La noche en la montaña mira con ojos viudos

de cierva sin amparo que vela ante su cría;

y como si asumieran un don de profecía,

en un sueño inspirado hablan los campos rudos.

Rayan el panorama, como espectros agudos,

tres álamos en éxtasis... Un gallo desvaría,

reloj de medianoche. La grave luna amplía

las cosas, que se llenan de encantamientos mudos.

El lago azul de sueño, que ni una sombra empaña,

es como la conciencia pura de la montaña...

A ras del agua tersa, que riza con su aliento,

albino, el pastor loco, quiere besar la luna.

En la huerta sonámbula vibra un canto de cuna...

Aúllan a los diablos los perros del convento.

Poema "la noche" de Julio Herrera Reissig

Julio Herrera Reissig

La casa de la montaña

-- de Julio Herrera Reissig --

Ríe estridentes glaucos el valle; el cielo franca

risa de azul; la aurora ríe su risa fresa;

y en la era en que ríen granos de oro y turquesa,

exulta con cromático relincho una potranca...

Sangran su risa flores rojas en la barranca;

en sol y cantos ríe hasta una oscura huesa;

en el hogar del pobre ríe la limpia mesa,

y allá sobre las cumbres la eterna risa blanca...

Mas nada ríe tanto, con risas tan dichosas.

Como aquella casuca de corpino de rosas

y sombrero de teja, que ante el lago se aliña...

¿Quién la habita...? Se ignora. Misteriosa y huraña

se está lejos del mundo sentada en la montaña,

y ríe de tal modo que parece una niña.

Poema "La casa de la montaña" de Julio Herrera Reissig

 

Ricardo Güiraldes

Paseo

-- de Ricardo Güiraldes --

De Río a Copacabana.

Se dispara sobre impecable asfalto, se agujerea una montaña y se redispara, en herradura, costeando océano y venteándose de marisco.

El mar alinea paralelas blancas con calmos siseos. El cielo está siempre clavado al techo, por sus estrellas; los morros fabrican horizontes de montaña rusa...

Y luna calavereando.

Río de Janeiro, 1914.

Poema "Paseo" de Ricardo Güiraldes

Julio Herrera Reissig

La noche (Herrera y Reissig)

-- de Julio Herrera Reissig --

La noche en la montaña mira

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