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Respuesta:Inglaterra al conquistador normando de Inglaterra es la historia de un pretexto
diplomático que favorece una invasión militar; y esto acontece conforme a la diplomacia
del tiempo, que era cierto código de honor sobre la palabra empeñada y los deberes de
armas. He aquí la historia: Eduardo el Confesor prometió su sucesión al heredero del
ducado de Normandía. Harold, otro posible sucesor de Eduardo, ofrece respetar aquella
promesa. Pero a la muerte de Eduardo, se declara rey. faltando a su palabra. Guillermovasallo del rey de Francia y duque de Normandía, llamado más tarde Guillermo el
Conquistador-4e obliga por las armas a cederle el trono, al cual se consideraba con
derecho. Pero Guillermo-advierte Chesterton-fracasa en su intento de hacer de
Inglaterra una monarquía unida, a la manera de Francia. Lo heredan sus enconados
hijos: primero gobierna Guillermo II, Rufo o el Rojo, llamado también Barbarossa; y
tras éste, Enrique I, o Beauclerc, que equivale a «fino letrados. Y después Inglaterra se
divide en un caos feudal, donde sobrenadan, como pueden, Esteban de Blois y Enrique II,
primero de los ocho reyes de la casa Plantagenet.
La era de las Cruzadas.-Chesterton describe el ambiente de las Cruzadas, y pasea
por varias épocas de la historia inglesa, igualmente dominadas por la fascinación de
Jerusalén. Pero se refiere, sobre todo, a la primera cruzada, la cruzada de Ricardo 1,
Corazón de León, sucesor de Enrique II. Dura esta cruzada de 1190 a 1194. Es la
primera experiencia del alma inglesa hacia el conocimiento de lo remoto: el principio de
la epopeya naval británica. Europa era entonces una sola nación, y la Tierra Santa el
frente enemigo por conquistar. La preocupación de las Cruzadas dura hasta los días de
Enrique VI (-h en el año 1471).
El problema de los Plantagenets. El autor retrocede al reinado de Enrique II, que
precedió a Corazón de León, y aun alude de paso a Guillermo II, el Rojo, y sus disputas
con el arzobispo Anselmo, a Fulk de Anjou-que figura bajo Enrique I, Beauclerc-y a
Esteban de Blois, predecesor de Enrique II. Este gobierna de 1154 a 1189. Entre los
sucesos de su reinado sobresale la contienda que sostuvo con Tomás de Becket,
arzobispo de Cantorbery desde 1162, quien quería imponer al monarca ciertasprerrogativas eclesiásticas. En 1170, los hombres de Enrique II dan muerte a Becket. La
leyenda le transforma en Santo Tomás de Cantorbery. Y Chesterton, para estudiar el
carácter de este hecho, prefiere examinar lo que de él queda en las tradiciones del siglo
XIV, según el testimonio literario de Chaucer (Cuentos de Cantorbery). La muerte de
Becket ,dice-es el primer acto hacia el quebrantamiento del poder central en Inglaterra:
enajena al rey el amor del pueblo. Este descrédito moral de la monarquía se nota más en
la época del segundo hijo de Enrique: Juan Sin Tierra. (Y el autor salta aquí el reinado
de Ricardo Corazón de León, de que ha tratado en el anterior capítulo, y en torno al cual
ha construido su «teoría de la cruzada».) Juan gobierna de 1199 a 1216. En este tiempo,
los barones obtienen de él la Carta Magna (1215), que establece constitucionalmente los
privilegios de los nobles y ciertas garantías jurídicas, en detrimento del poder despótico
del rey. Bajo Enrique III, sucesor de Juan, los, barones, capitaneados por Simón de Montfort, exigen la confirmación de la Carta Magna, y, por la violencia, obligan al rey a
acatarla. Montfort funda así una especie de poder parlamentario frente al rey. Pero es
derrotado y muerto por las huestes del rey en la batalla de Evesham (1265).
En la tradición poética de los tiempos medios, Francia es «la dulce Francia»;
Castilla, «Castilla la gentil»; Inglaterra, por antonomasia, «la alegre Inglaterra».