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La comunicación simétrica se da entre personas que se encuentran en una misma posición de poder, mientras que, en la complementaria, la relación es desigual. Dependiendo de cuál sea el caso, el mensaje será interpretado de forma distinta.
Teniendo en cuenta este principio, podremos establecer la manera adecuada para comunicarnos con un compañero de equipo, un cliente o el gerente general de una empresa. Como vemos, la comunicación es clave en el ámbito laboral. Desarrollarla eficientemente impactará de forma positiva en el rendimiento del equipo. Para ello, los 5 axiomas de la comunicación son la mejor opción para comenzar. La buena comunicación dentro de un equipo es fundamental para que todos vayan por el buen camino. Pero puede ser un reto que un equipo se comunique eficazmente, especialmente en una época en la que muchas personas trabajan desde casa y la colaboración cara a cara ha sido sustituida por reuniones virtuales
La mejor manera de mejorar la comunicación de su equipo es ayudándolos a ser conscientes de lo que ocurre durante el proceso de comunicación, lo que incluye las formas no intencionadas de comunicación que a menudo se producen a nivel subconsciente.
Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén basados en la igualdad o en la diferencia.
Con esta publicación cerraremos el recorrido por los cinco axiomas de la comunicación propuestos por Paul en su obra: Teoría de la comunicación Humana. En esta oportunidad el enfoque esta dirigido a la igualdad o desigualdad percibida entre el estado de la relación de los interlocutores y el poder que tengan uno sobre el otro y las reacciones que estos hechos pueden generar. Paul, siguiendo la propuesta de Gregory Bateson, designa a la igualdad de estatus, poder, rango u características similares, con el término de Relación Simétrica. Y Relación Complementaria cuando el estatus de la relación implica al menos la existencia de roles en los que uno de los participantes asume o adquiere rango, poder, o alguna característica que lo haga percibir como superior sobre el otro, es decir comportamientos distintos pero interrelacionados, que se complementan. En el primer caso, los participantes solicitan a igualar especialmente su conducta recíproca, y así su interacción puede considerar simétrica. En una relación complementaria hay dos posiciones distintas. Un participante ocupa lo que se ha descrito de diversas maneras como la posición superior o primaria mientras que el otro ocupa la posición correspondiente inferior o secundaria . La importancia de este postulado radica en que tiende a ser una presuposición que contribuye eficazmente al estudio del proceso comunicacional, en el manejo de conflictos y en el establecimiento de indicadores de cuan sana o enferma puede tornarse un proceso comunicacional. Muy aplicable en psicoterapia individual, de pareja y familiar. En una relación sana la simetría y la complementariedad se alternan sin poner en peligro la relación. En una comunicación más patológica los modos pueden congelarse otorgando rigidez y círculos sin salidas u opciones para uno o ambos interlocutores.