Respuestas
Oh Patria que te extiendes, egregia y soberana,
sobre un istmo radiante de luz y de verdor;
te arrulla el armonioso murmullar de dos mares
y te cobija un cielo de espléndido fulgor!
Tierra predestinada, que la Naturaleza
ha enclavado en el mismo corazón tropical
para que seas vórtice de los altos designios
que vislumbró Bolívar en su ensueño genial.
Surgiste en el consorcio de las naciones libres
con tu diadema diáfana de estoica dignidad;
tu historia es un compendio de férvido heroísmo
y tu lema, un baluarte de confraternidad.
Eres puente que abraza a los pueblos del mundo
en comunión de anhelos de paz y libertad,
y aunque pareces frágil, por dimensión geográfica,
grande eres por tu fuerza de solidaridad.
¡Oh dulce Patria amada, ubérrima y señera,
que vibras y palpitas con latido inmortal,
en cada sacro pliege de la bandera augusta
y en las trémulas notas del himno nacional!
Nosotros, los que abrimos los ojos en tu tierra,
y en tu entraña bebimos la sabia maternal,
somos, Patria, tus hijos. Y nuestra sangre es chispa
saltada de las vetas de tu ígneo pedernal.
Por eso la ofrendamos, solemne, en tus altares,
por tu soberanía, prosperidad y honor
y porque ondule siempre, altiva, inmaculada,
bajo tu cielo límpido, la enseña tricolor.