Respuestas
Respuesta: Decía Francisco de Quevedo que de la guerra sale la paz, de la paz,
abundancias; de la abundancia, ocio; del ocio, vicio; del vicio la guerra.
De modo inverso, Ramón Llul creía que de una gran guerra venía una
gran paz. Ambos tejían la trama de una relación indisoluble y cíclica.
El pensamiento sobre la guerra y la paz viene de antaño, aunque el eje
contemporáneo de cualquier reflexión sobre este fenómeno es Carl
von Clausewitz (García y Vidarte, 2002) y su sentencia “la guerra es la
continuación de la política por otros medios” (Clausewitz, 2005, p. 31) se
han convertido en referencias ineludibles, tanto de sus seguidores como de sus críticos, en todo ensayo sobre la guerra es de los acontecimientos de 1791, la Revolución Francesa empezó a
ser preocupante para las tradicionales potencias europeas; no solo porque
los revolucionarios confinaron al rey de Francia Luis XVI, sino porque
las ideas de la Revolución se extendían por el viejo continente y América
como pólvora, amenazando un estado de cosas, el orden de las monarquías
continentales, que duraba desde la Edad Media y que perviviría aún un
siglo más, ya que Revolución y contrarrevolución mantuvieron su pugna
por Europa durante gran parte del siglo XIX.