Lee la siguiente carta publicada en el periódico. Mar de Historias Cristina Pacheco Tiempo de lectura: 5 min. Auto-Lectura Periódico La Jornada domingo 12 de septiembre de 2021 , p. 32 Apreciada Directora: El domingo leí en el periódico un artículo titulado “Once palabras”. Gracias a eso me agradó saber que hay personas que, tanto como yo, celebran el regreso de los niños a la escuela. Estoy de acuerdo también en que los profesores les expliquen a sus alumnos que el hecho de limitarlos en sus actividades es prueba de interés y no un castigo. En mis tiempos, la falta de interés o cualquier indisciplina se penaban con la prohibición de hablar o moverse durante algunos minutos y, con frecuencia, por el resto de la clase. Eso no era todo. En aquella época la peor y más humillante de las sanciones para un mal alumno consistía en ponerle orejas de burro. Eran de cartulina. Las hacíamos en el salón, como si se tratara de cualquier otra manualidad. ¿Quién habrá elegido, como penitencia, pegarle a un niño las orejas de ese maravilloso animalito, que además de muy trabajador es inteligente y leal? Si alguien me lo hubiera dicho entonces me habría considerado como un privilegiado y no como un miserable, las muchas veces que lucí orejas de burro en mi salón. Fueron tantas que mis compañeros, maloras como es uno de chamaco, en vez de llamarme por mi nombre, Fermín, me apodaron Burrín. II Una vez leí, no recuerdo en dónde, que “infancia es destino”. Cierto. Lo sé por experiencia. El temor a ser mal visto o reprimido poco a poco me fue volviendo un muchachito callado, huidizo, muy poco participativo. Lo único que me interesaba era esconderme y que nadie me viera. Ya de joven, en mis trabajos nunca sobresalí, me limité a cumplir bien con los encargos de mis jefes, pero siempre me hice a un lado de todo y de todos; como quien dice, me borré. La vida, que no perdona absolutamente nada –y menos la cobardía– se encargó de orillarme aún más. Y aquí me tiene: a punto de convertirme en un anciano, con mi pensioncita, ya sin posibilidad ¿Cuál es el propósito del mensaje de la carta anterior?¿Qué sentimiento expresa el remitente de la carta?
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considero que el propósito del mensaje es animar a los hombres darles más iniciativa que sea más participativos y que ayudemos a la gente y mover las cosas y qué sentimiento expresa el remitente de la carta expresa sentimiento de agradecimiento de amor y también de ayudar como dije y recalcó de tener más iniciativa la hora de ayudar a las personas y ver que tenemos que desarrollar más sentimientos como la bondad por ejemplo
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