¿De qué manera nuestras familias están respondiendo a los problemas de salud para fortalecer su sistema inmunológico y a las situaciones de vulnerabilidad económica en el contexto del desarrollo sostenible?.

Respuestas

Respuesta dada por: uzuriagahuachohelia

hola

Desde los albores del tiempo el ser humano ha sido capaz de sobrevivir a las condiciones inhóspitas de la tierra, en donde el clima, el medio ambiente y los otros seres vivos, han provocado en él una serie de modificaciones biológicas que le permitieron adaptarse a los continuos cambios y garantizaron su supervivencia. Una de estas modificaciones más exitosas y sorprendentes es el desarrollo de mecanismos intrínsecos capaces de defenderse de los patógenos del medio ambiente, el conocido sistema inmunológico.

Existen tres tipos de defensa en el cuerpo: la inmunidad innata o natural que es la primera línea de defensa y lo constituye: la piel y mucosas de la vía respiratoria y digestiva; la inmunidad pasiva no es propia del cuerpo, es temporal y lo constituyen los anticuerpos que la madre trasmite a su bebe mediante la lactancia; y la inmunidad adquirida o activa que representa una respuesta tardía, específica al germen llamado antígeno, esta le confiere memoria inmunológica para el reconocimiento específico e individual de los patógenos en infecciones futuras, aquí actúan las vacunas.

Para el eficiente funcionamiento del sistema inmunológico todos los componentes deben actuar sincrónicamente y en su máxima capacidad; así, por ejemplo, los leucocitos presentes en la sangre se producen y almacenan en el timo, el bazo, la médula ósea y los ganglios. El déficit de determinadas sustancias químicas, como oligoelementos, minerales o vitaminas influyen considerablemente en la respuesta inmune. Además, existen otros elementos que pueden alterar nuestras defensas, como los factores internos que son enfermedades autoinmunes, inmunodeficiencias o edades extremas de la vida; y los factores externos sobre los que sí podemos actuar para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

En este sentido, es importante tener una alimentación saludable, equilibrada y variada, con una proporción adecuada de hidratos de carbono, proteínas, grasas naturales, vitaminas y minerales, de esta manera vamos a conseguir el equilibrio interno necesario para una respuesta inmunológica eficiente. Así podemos mencionar que la cantidad suficiente de vitamina C se obtiene comiendo dos mandarinas o una naranja al día, y es mucho más barato que comprar frascos de vitaminas. Sin embargo, estudios nacionales recientes concluyen que solo el 10% de la población consume la cantidad necesaria de frutas y verduras. Esto es preocupante, sobre todo ahora que la pandemia se agudiza; siempre debemos considerar que si una persona está bien alimentada no necesita suplementos vitamínicos.

Múltiples estudios han demostrado que los hábitos de vida saludables ayudan a mantener nuestro organismo en equilibrio incluyendo el sistema inmunológico, es por ello que debemos practicar algún tipo de ejercicio aeróbico que permita movilizar muchas partes del cuerpo con una intensidad progresiva y de preferencia dentro de casa; esta actividad además de fortalecer el cuerpo mejora decididamente la salud mental; así mismo es importante respetar el tiempo del sueño, se recomienda entre 6 a 8 horas, ya que es un proceso que resulta imprescindible para que el organismo se mantenga en equilibrio, porque durante esta etapa se producen muchas células del sistema inmunológico y se favorece su desempeño.

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Finalmente, podemos concluir que resulta muy importante fortalecer nuestro sistema inmunológico para enfrentar al coronavirus con éxito, para ello es primordial prestar atención a nuestra alimentación cotidiana, ejercitar nuestro cuerpo, evitar el estrés psicológico y favorecer un descanso nocturno adecuado.