• Asignatura: Historia
  • Autor: dayanahernandez19019
  • hace 5 meses

cual es la visión de la realidad del neorrealismo y posneorrealismo

Respuestas

Respuesta dada por: reyesparedesjorjose
1

Respuesta:

GISELA 45 33rrrrttrrr444444

Respuesta dada por: aidanmendoza12312
1

Respuesta:

E n su afán por comprender y,

en la medida de lo posible,

influir en el devenir de los acontecimientos, los teóricos de las

relaciones internacionales generan propuestas respecto de la forma com o suponen que opera la

dinámica de la realidad internacional.

Prácticamente desde la época

del surgimiento de nuestra disciplina en el mundo de la academia

después de la Primera Guerra

Mundial, hacia fines de la segunda

década del presente siglo, los

m odelos explicativos m ejor co ­

nocidos, o por lo m enos los más

publicitados, que se refieren a la

interacción de colectividades

humanas entre sí, han sido predominantem ente los m odelos

generados por las escuelas anglo-sajonas. Lo anterior no debe

sorprendem os; no necesariam ente se explica en función de

una mayor sagacidad de estas

escuelas para percibir y escudriñar esta realidad en sus más recónditas facetas, tanto com o por

la posición hegem ónica de la

que han disfrutado sus países de

origen, lo cual — entre otras cosas— se traduce en una mayor

disponibilidad de recursos para

la investigación, e incluso para generar, a través de sus ac9

ciones, los acontecimientos que luego observamos en la realidad. En

este sentido, más que “explicar” dicha realidad, muchas de las

nociones generadas a partir de esos esfuerzos teóricos han tenido

la misión de “justificar” cierto estado de cosas.1

El caso del realismo político es particularmente ilustrativo a este

respecto. Si bien es cierto que hurgando en los expedientes más

antiguos del registro histórico podemos hallarelementos conducentes

hacia una formulación teórica del realismo en la esfera de las

cuestiones internacionales, su versión contemporánea más acabada

está íntimamente vinculada al nombre de Hans Morgenthau, quien

en su publicación PoliticsAmong Nations, de 1948, deja asentadas

las bases o lineamientos teóricos que, fundados en sus célebres seis

principios, hanseguido todos los realistas posteriores hasta la fecha.

Desde el punto de vista de la elaboración teórica; es decir, como

esfuerzo conceptual, el realismo político es una construcción de

sorprendente sencillez. En el esquema mental de los realistas, el

poder constituye el elemento más importante de toda actividad

política; no obstante, la falta de una definición rigurosa de su

concepto clave (el cual en algunas ocasiones se nos presenta como

un medio para el logro de objetivos mayores y en otras como un fin

en sí mismo) permite un manejo ambiguo, que si bien facilita la

crítica racional del modelo, por otra parte lo reviste de una capacidad

asombrosa de adaptación que, sobre la base de la misma noción

fundamental, se acopla a nuevas circunstancias sin tener que llevar

a cabo un gran esfuerzo. Esta última propiedad ha hecho del

realismo un modelo de explicación teórica bastante atractivo para

los que gustan de hablar de “política” sin necesidad de pensar muy

a fondo en lo que dicen.

En un interesante artículo sobre la proyección práctica del

realismo (que según sus más destacados exponentes se manifiesta

como una incesante lucha por el poder), como una constante de la

política exterior norteamericana a lo largo de toda la historia de ese

país, Pedro González Olvera nos documenta fehacientemente el

hecho de que mucho antes de convertirse en una formulación

— Perspectivas teóricas

teórica de mayor o menor grado de complejidad, el realismo político

(entendido desde la perspectiva de la construcción teórica como un

cúmulo de convicciones y motivaciones condicionantes de la conducta de los grupos humanos, o incluso de los propios individuos,

Esta observación resulta de particular relevancia porque a partir

de ella es más fácil argumentar que más que una mera justificación

i teórica en la búsqueda de la hegemonía internacional, el realismo

político ha sido, en verdad, una de las fuerzas determinantes del

curso visible de la historia, y desde este punto de vista, sus teóricos

no han hecho ninguna otra cosa que proyectar hacia el plano del

discernimiento una percepción “objetiva” de la realidad. En otras

palabras, los realistas, como observadores preclaros de la realidad,

han tenido la visión suficiente como para captar la esencia verdadera

de su objeto de estudio.

De hecho, el caso en favor del realismo político como concepción

teórica parecería cobrar mucha mayor fuerza si en vez de limitar el

análisis a la historia reciente del surgimiento y el desempeño de los

Estados Unidos como potencia mundial, lo trasladamos hacia el

plano de la historia universal e intentamos contemplar, desde una

óptica “realista”, la evolución misma de la humanidad.

Explicación:

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