Respuestas
Respuesta:
1. Esta es, las cosas como son, la mejor de las conspiraciones: la culpa del hundimiento la tuvo la momia de la princesa Amen-Ra.
Entre 1890 y 1900 presuntamente se encontró en unas excavaciones cerca de Luxor el sarcófago de la princesa. Un buen día apareció por allí un rico y apolíneo aspirante a mecenas británico y supuestamente adquirió continente y contenido y pidió que se lo enviaran a su casa. Misterioooooosamente, ese hombre desapareció. Presuntamente también dos de sus socios dieron un brazo -literalmente- y su fortuna -más literalmente todavía- para que el sarcófago llegara a Inglaterra, donde otro adinerado aunque menos apolíneo hombre de negocios lo adquirió. La momia le trajo mala suerte: accidentes, bancarrota, y ese hombre, supuestamente, la donó al Museo Británico.
Allí, como te podrás imaginar, la momia también al lio parda, así que el museo dceidió deshacerse de ella y se la vendió a un arqueólogo estadoundiense, que, sí, lo has adivinado convino que la transportaran a su país a bordo de... ¡sí! ¡Has acertado! Del Olympic, digo del Titanic.
2.Empezamos con la más popular: la teoría que defiende que el barco que se hundió era el Olympic y no el Titanic. ¿Quién estaba detrás? La teoría de la conspiración que se ha tejido en torno a esta premisa apunta al mismísimo J.P. Morgan, que fue quien financió la construcción de los dos barcos. Unas teorías apuntan sólo al cobro del seguro, lo que no tiene mucho sentido, dada la fortuna del señor Morgan, puestos ya a especular. Otras apuntan a que en el barco viajaban los mayores opositores a la creación de la Reserva Federal estadounidense, un proyecto que sí apoyaba Morgan.
¿Qué ha avivado la teoría? Por ejemplo que el capitán del Titanic -y esto sí es un hecho- era Edward John Smith, el capitán hasta ese momento del Olympic..
3.Cuando en septiembre de 1985 los oceanógrafos Robert Ballard y Jean-Louis Michel localizaron los restos del Titanic, el robot submarino Argo se encontró con el costado de estribor, el que golpeó con el iceberg en la madrugada del 14 al 15 de abril, incrustado en la arena. Las imágenes revelaron que seis remaches se habían desprendido, lo que sugiere a primera vista que no se trabajó bien esa parte, bien por dejadez de los obreros, bien por recortes en materiales, bien por falta de supervisión. Lo que ocurre, y ahí viene la base para la teoría conspirativa, es que esto cubría solo un área relativamente pequeña de solo 3 metros cuadrados, lo que no explicaría que el transatlántico se hundiera tan rápido. Así que qué mejor que un torpedo.
Como el RMS Lusitania fue abatido en 1915 por un torpedo de un submarino alemán, ¿por qué no pudo ser también la causa del hundimiento del Titanic aseguran los aficionados a las conspiraciones...? Y, sí, no hay más base que esta para esta particular teoría.