• Asignatura: Arte
  • Autor: yohana221999
  • hace 5 meses

AYUDAAAA XFAVOR ES DE LENGUA
1). Indentificar el narrador(1ra persona, 3ra persona)

2). es describe una breve descripción del mismo


LENGUA Y LITERATURA - Comprensión lectora Del lado de los indios Me crié en el monte chaqueño, junto al río Bermejo, cuando la tierra era plana, la luna se posaba en la copa de los árboles y los cuentos sólo existian alrededor del fogón o en las ruedas del mate. Todavía los libros no se habían inventado y además yo no sabía leer. Tampoco sabían leer los que contaban los cuentos. Después se escribieron los libros. O tal vez antes, pero yo no estaba enterado. Solamente conocía muchos cuentos, después me dijeron que se llamaban populares, que iban pasando de boca en boca y de oreja en oreja. Cuentos del zorro, del tigre, del quirquincho, de Pedro Urdemales, de pícaros y mentirosos, del lobizón y de la luz mala, y el Pajarito Remendado y el Chivo del Cebollar. Claro que esos cuentos nunca eran del todo cuentos, habian sucedido por ahí nomás, en medio del monte, y eran cosas que nadie ponia en duda. Yo tampoco. Entonces parece que me llegó la hora de ir a la escuela y me llevaron al pueblo. No era mala la escuela, pero no tenía nada en materia de cuentos. Tenía libros para aprender a leer y para aprender Historia y Geografía y esas cosas. Nada más. Pero en el pueblo había revistas de historietas, y esos sí fue algo importante. Ahí estaban Batman, El Zorro, Flash Gordon, El Llanero Solitario, El Fantasma Rip Kirby... En los pueblos el tiempo pasa lleno de ocupaciones graves: se está rodeado de amigos para jugar a las bolitas, remontar barriletes, hacer bailar trompos, jugar a la pelota, andar en bicicleta, seguir trepando a los árboles, porque en esos pueblos había grandes patios con arboles El mundo se va agrandando cuando uno conoce los parques de diversiones, el cine y el circo, cosas que el monte suele no tener. Y un día uno pasa por la libreria de don Molina, en Sáenz Peña, y encuentra que hay estantes infinitos llenos de libros, no de esos de aprender, sino de cuentos y más cuentos. Y si don Molina lo deja a uno hurgar los estantes, sacar y poner, leer solapas y contratapas, ojear y hojear, sentado en el suelo tras el mostrador, uno comienza a descubrir que por ahí está escondido un mundo más grande y lleno de maravillas de lo que nadie podía imaginar. No todo era tan fácil, había cada cosa tan aburrida que ni les cuento. Pero con un poco de suerte y bastante de paciencia aparecían aventuras increíbles, selvas llenas de animales salvajes y mares llenos de piratas, de los buenos y de los malos, con los que navegué corriendo mil peligros. Por suerte con Tarzán, con Simbad o con Sandokán siempre logramos salvarnos y triunfar. Nosotros estábamos del lado de los buenos. Gracias, don Molina. Sin que me diera cuenta, el mundo seguía haciéndose más grande, y mientras se hacía más grande seguían apareciendo más libros. Distintos, mejores, peores, que ahora iba comprando cada vez que tenía algún puñado de monedas. Eran guardados en una pequeña biblioteca -que todavía conservo - prolijamente acomodados con las historietas, junto con el trompo y las bolitas y algunas otras cosas de secreta y fundamental importancia. Los libros siguen estando en su lugar, junto al trompo, las bolitas y los barriletes y algunas otras cosas de secreta y fundamental importancia, y yo sigo estando, junto al Corto Maltés y junto al sargento Kirk, como diría Juan Sasturain, del lado de los indios.​

Respuestas

Respuesta dada por: yamemmanuel122
1

Respuesta:

hola como te llamas

Preguntas similares