Respuestas
Explicación:
Los datos, descripciones e informes elaborados tanto por contemporáneos que vivieron la Revolución Industrial como por intelectuales del siglo XX hacen dudar del mitológico positivismo idealista de los defensores del sistema económico dominante, sin ninguna firmeza en sus bases ideológicas y sociales. Estos datos determinan que:
La jornada laboral era superior a las doce horas[2] (al menos hasta la década de 1880, en la cual se consiguió una reducción de la jornada a 10 horas, -avance conseguido gracias al miedo de la burguesía a la fuerza y organización del movimiento obrero-). Las demandas de los sindicatos no fueron siquiera conseguidas hasta principios del siglo XX (jornada de 9 horas y un día de descanso)
Pese a que mayoría de los trabajadores eran o mujeres o niños (en el año 1839 la mitad de la clase obrera inglesa estaba conformada por mujeres y un 30% de los niños entre 10 y 15 años trabajaba) las mujeres cobraban la mitad y los niños un 60% menos que los hombres.
Los salarios reales eran muy bajos, ínfimos, y eran otorgados supuestamente para ajustar las necesidades básicas de la clase obrera según unos parámetros determinados por la voluntad del empresario.
El salario no era suficiente para vivir de forma que un 40% de la clase obrera inglesa vivía en condiciones de elevada pobreza. La riqueza del empresario o capitalista aumentaba sin parar, ya que en medio siglo se cuadriplicó la demanda (en el caso del algodón). Pese a este aumento astronómico, los salarios subieron un 0,90% desde 1819 hasta 1851