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de refleja en las cosas mal hechas. Por ejemplo, haces un trabajo que dice respuesta completa y solo pones 1 palabra. O cuando te dicen que limpies el piso y lo limpias mal por pereza
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Mucho de esto tiene que ver con el tipo de educación que uno recibe, pero eso a menudo está fuera de nuestro control. En cambio, si vamos a abordar la mediocridad que surge de las decisiones personales, nace de dos aspectos clave de la vida de cualquier persona: el asentamiento y la zona de confort.
Asentarse es cuando pierde el impulso de querer más de lo que tiene; es decir, si alguna vez lo tuviste. Para la mayoría de las personas, esto equivale a renunciar a sus sueños después de conseguir un trabajo estable. Y es realmente difícil culpar a alguien por eso: después de 8 horas de trabajo agotador, incluso los que todavía buscan más por sí mismos a menudo necesitan mucha fuerza de voluntad y autodisciplina, que son, afortunadamente, recursos entrenables. Siempre puedes empezar con un poco y seguir avanzando desde allí. Tal vez su próximo nivel sea hacer 5 flexiones o ventas o lo que sea al día, pero podría hacer 10 a partir de eso y así sucesivamente.
La zona de confort es otra bestia por completo. Si siempre juegas a lo seguro, pierdes por defecto. Si no luchas ni corres riesgos y te sientes incómodo con regularidad, no estás progresando. Esto puede suceder incluso en el contexto del individuo trabajador que simplemente elige hacer lo que mejor sabe (y, como era de esperar, produce buenos resultados) en lugar de buscar algo que podría producir resultados extraordinarios a expensas de la posibilidad de ser un intento inútil. . Esto conduce, también, a la mediocridad, pero la aversión al riesgo y la búsqueda de comodidad está integrada en la psique humana.
Sin embargo, vivimos en un mundo donde las sanciones por fallar son en muchos casos mucho más bajas de lo que solían ser ... así que si usted, lector, está nervioso, intente hacer lo suyo. No abogo por abrazar el fracaso, como muchos lo hacen en estos días, pero sí abogo por no temerlo. Siempre que haga su mejor esfuerzo, obtendrá el mejor resultado; preocuparse por ello de forma preventiva solo vale la pena mientras planifica sus movimientos.
En resumen: mientras avance constantemente (más allá de sobrevivir), incluso al ritmo más lento, evitará la mediocridad. Aprecia la oportunidad de hacerlo si la tienes; muchos no lo hacen.