• Asignatura: Religión
  • Autor: shanstevencom
  • hace 6 meses

¡LA ORACIÓN QUE NOS CAMBIA!
Autor: Actualidad católica

“¿Qué mandáis hacer de mí?” (Santa Teresa). “No rogamos que Dios quiera, sino que nos enseñe y nos dé fuerzas para cumplir lo que Él quiere” (San Agustín). “Rezar es cambiar la figura, es ser configurado en Dios como Cristo transfigurado delante de sus Apóstoles”.
Hay quien “reza” para cambiar la voluntad de Dios, a que se amolde a la nuestra; cuando la verdadera oración es la que pide a Dios que nos cambie para hacer su voluntad.
La oración es apertura y encuentro con Dios, es donación y disposición a Él, a su gracia, permitir que fluya en nosotros, que su Amor nos transforme en amor; que sintamos su Bondad para ser bondadosos. La oración es acoger cuanto se nos da, para darlo.
Si la relación con Dios, si la búsqueda de su voluntad en la oración, no afecta a nuestra relación de cada día con los demás, hay que empezar a dudar (Si estamos orando bien). Si la oración no se traduce en deseo de consumación, en transformación, en acción, … Entonces tenemos que revisar nuestra oración, nuestra relación con Dios y “nuestro” Dios.
Si al salir de la oración nuestra voluntad no se ha identificado con la voluntad de Dios, la oración no ha servido para nada (Santa Teresa).
Si le preguntas a cualquiera ¿qué es orar? Te contestará: hablar con Dios. Y es más bien lo contrario: Es escucharle a Dios. Ponerse en oración es ponerse en actitud de escucha. Dios habla claro y breve; habla a nuestro corazón, nutre, alimenta, fortalece el alma para vencer a la tentación.
La oración no es doblegar la voluntad de Dios, que se avenga a hacer lo que nosotros queremos y le pedimos; sino en llegar a hacer realidad el “hágase tu voluntad, y no la mía”. Lo cual puede llevar mucho tiempo y dolor. La voluntad de Dios es mejor que la nuestra; por lo tanto, la oración es saber cuál es la voluntad de Dios y hacerla.
No hay nada más urgente, importante y santo que hacer la voluntad del Señor. Un hombre sin oración es como un automóvil sin combustible, que no avanza no retrocede en la vida; o lo que es peor un automóvil sin freno, que es capaz de autodestruirse y destruir a los demás, y porque cree que eso es lo mejor; cuando lo mejor es la voluntad de Dios.
En la oración, pues, hemos de desear fervientemente que nuestra voluntad se identifique con la de Dios, que siempre sabe y quiere lo que nos conviene. La gracia (ayuda) de Dios no le va a faltar a quien tenga esa disposición. Hay que creer esto con fe. Llevar esa confianza con perseverancia. Dios nos abrirá los oídos, y se hará escuchar.
Confiarse así nos es difícil cuando estamos tan impedidos por pensar con una mentalidad de adultos. Tan sólo nos cabe ponernos de rodillas y mendigar esa gracia, esa ayuda, ese amor que transforma.
Aunque tal vez tenemos miedo a pedir, porque lo que Dios da nos pesa demasiado, y tenemos miedo, miedo a que se le ocurra darnos la gracia que pedimos, y máxime teniendo la certeza de que nos la va a dar. Entonces retrocedemos, preferimos estar así, “tranquilitos”, sometiendo a Dios a nuestro ritmo, que nada nos altere y perturbe en la “paz” que hemos hecho a nuestra medida, preferimos marcar el paso, que sea Él quien nos siga, en lugar de seguirle nosotros a Él, pues nos presentimos temerosos, inquietos, tal vez temor a la cruz, la cruz es símbolo de VIDA:

Respuestas

Respuesta dada por: zabdipandita10
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Respuesta:

la oración nos cambia todo porque la oración a Dios es lo mejor que puedes hacer ya que la vida te la cambió alomejor tus peticiones no todas sean cumplidas porque todo tiene su tiempo y no todo se va a cumplir de la noche ala mañana tienes que trabajar para ello sembrar para poder cosechar dar para poder recibir Dios no te va a pedir que le des lo mejor alomejor de dinero porque a Dios no le falta nada Dios lo tiene todo lo único que quiere es tu corazón que solo entregas completamente te rindas tu corazón a él y aún así muchas veces nosotros somos muy ingratos con él a veces la gente piensa que adiós lo puedes comprar donon ofrenda al señor por ejemplo ay señor pues Peque Pero recibe este ofrenda y perdona mis pecados y vuelve a pecar

Explicación:

es imposible entender el amor de Dios hacia con nosotros ya que nosotros somos tan mal agradecidos como él nos puede dar tantas cosas incluso las cosas que tú anhelas en el corazón no sé pero ya desde que estoy con Dios me vida cambiado

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