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Respuesta:
Las características de las amistades verdaderas
A continuación puedes encontrar las características principales de las amistades fuertes y honestas, basadas en un afecto verdadero.
1. Escuchan tanto como hablan sobre sí mismas
Los amigos de verdad no quedan con nosotros simplemente para tener a alguien que les escuche narrar su vida. Explicar lo que nos ocurre es una buena manera de ordenar las ideas y de liberar estrés, pero el objetivo de este tipo de relaciones personales no es este.
Por eso, a la práctica, las amistades verdaderas son aquellas en las que, en lo que concierne al diálogo, se basan tanto en dar como en recibir. Uno habla sobre sí mismo cuando le apetece, pero también debe saber escuchar y respetar los momentos en los que el otro quiere explicar sus preocupaciones, inquietudes, deseos, ideas, etc. Además, cuando esto ocurre no se cambia de tema a la mínima oportunidad para volver a hablar sobre uno mismo.
2. Están ahí para consolarte
Los momentos de mayor tristeza siempre son más llevaderos si se cuenta con la posibilidad de contar con los amigos. Uno de los mayores beneficios de la amistad, de hecho, es que esas personas que han pasado a nuestro lado por momentos significativos para nosotros son las más indicadas para acompañarnos en el dolor emocional de la decepción o del duelo.
3. Te felicitan cuando toca alegrarse
Los amigos verdaderos saben estar ahí cuando hay motivos para alegrarse a causa de un éxito que ha llegado a través de méritos propios. Por ejemplo, si una buena universidad ha aceptado nuestro ingreso en ella, o cuando hemos ganado un premio deportivo.
Estas situaciones son mucho más dulces si otros las comparten con nosotros y nos felicitan por un éxito que ha llegado a través del esfuerzo. Tiene sentido que el reconocimiento social que llega con los logros se exprese más en aquellas personas con más motivos para alegrarse.
4. Siempre tienen tiempo para cultivar esa amistad
Por mucho que se diga que hay amigos tan importantes que incluso pueden estar mucho tiempo sin vernos y a la vuelta todo sigue como al principio, en los casos en los que hay amistad verdadera se necesitan muy buenas excusas para dejar pasar el tiempo sin que haya intentos de retomar el contacto.
Esto es así porque el paso de los meses sin que haya diálogo es, a la práctica, una muestra de que el vínculo emocional se va diluyendo a no ser que haya motivos muy concretos para hablarse o para quedar. Quien de verdad tiene motivos para seguir en contacto, lo hace naturalmente, sin sentirse forzado a ello.
Explicación:
coronita porfa