Respuestas
Explicación:
La cabeza debe estar siempre erguida y que tu mirada enfoque al infinito. Eso sí, es importante no dirigir la mirada hacia abajo mientras corremos ni sacar la barbilla porque podemos sufrir molestias en la zona alta de la espalda y el cuello.
Los hombros deberán estar relajados y sueltos. Pasamos tanto tiempo frente al ordenador y al teléfono móvil, que es difícil mantenerlos erguidos, pero es crucial tenerlo abiertos y bajos, evitando levantarlos o estrecharlos.
Los brazos son fundamentales a la hora de correr, hay que moverlos hacia delante y hacia atrás mediante un balanceo. Nunca debes cruzarlos a través del pecho. Y es que la forma en que los mueves pueden hacerte o más rápido o lento. A la vez que tus codos deben forman un ángulo aproximado de 90 grados.
Las manos puede ser una de las partes del cuerpo que menos preocupan a la hora de correr, simplemente hay que dejarlas relajadas sin formar un puño Lo ideal es tener las manos relajadas y los puños sueltos, ya que si aprietas estás liberando energía.
El torso es la parte de tu cuerpo de donde procede toda la potencia para correr y el encargado de la gravedad. Por eso importante, mantenerlo erguido y en posición vertical. Una manera de corregir la postura y evitar encorvarnos es respirar profundamente y trabajar mucho la zona del core, que ayuda al equilibrio y la estabilidad.
Cuando corremos, tendemos a llevar el torso hacia delante y eso es debido a que nuestra cadera mira hacia abajo. Por eso, apunta hacia el frente, correremos de forma vertical.
Las rodillas es mejor mantenerlas bajas, ligeramente flexionadas y alineadas con la mitad del pie para conseguir así un zancada más corta y eficiente.
Las piernas hay que internar no extenderlas hacia el frente del cuerpo, imaginando que la espinilla está lo más cerca posible de la perpendicular cuando el pie toca el suelo.
Para conseguir una zancada correcta, lo ideal es que los pies aterricen debajo del cuerpo y no por delante. A cada paso, el pie debe aterrizar en el suelo ligeramente y con toda la planta del pie (nunca con el talón o la punta del pie). Y los dedos los pies deben apuntar hacia adelante y nunca hacia los lados.