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EL CÓNDOR CIEGO – CÉSAR DÁVILA ANDRADE
El cóndor ciego – César Dávila Andrade
Si se pretende analizar cualquier pieza literaria desde la corriente Marxista, hay que distinguir en primera instancia cuales son los pilares esenciales de la doctrina Marxista. A mi parecer, el fundamento principal del Marxismo es que la humanidad ha sido una incesante lucha de clases en el que históricamente siempre ha existido una clase opresora y una clase oprimida. Si analizamos este relato desde esta perspectiva, se podría pensar que el cóndor ciego representa al proletariado reprimido, su ceguera manifiesta la impotencia de los trabajadores ante la opresión de la clase burguesa. El cóndor se encuentra en desventaja debido a su ceguera, pero aun así sigue siendo poderosamente fuerte y sabio. La ceguera del cóndor parecería un limitante para que éste pueda liberarse de su prisión, sin embargo la habilidad y la determinación del cóndor son subestimados, tal como la fuerza que tiene el proletariado. A pesar de que el cuento comienza de forma pasiva, indudablemente el cuento avanza, a la vez que prolonganda un sentido de urgencia y de sorpresa, como si en todo momento algo estuviera a punto de ocurrir. Algo que llama la atención dentro del relato de César Dávila Andrade, es que la comunidad de cóndores es, sin duda, estrechamente solidaria, tal como describe “El Manifiesto del Partido Comunista de Marx” al proletariado. El grupo de cóndores, además tiene bien identificado a quienes “aparentemente” son más fuertes que ellos y siempre están vigilados, aunque estos no lo sepan. Metafóricamente en el relato, los toros muertos pueden representar a la clase burguesa, de la que eventualmente se alimentará la clase proletaria cuando culmine su lucha. El cóndor pretende comerse el corazón y los testículos del toro, partes que simbólicamente atacan la misma naturaleza de la burguesía, en este caso representada con el toro, y ejemplifican su victoria absoluta frente a la clase dominante. Es interesante observar dentro del relato, que la compañera del cóndor más sabio a punto de emprender su último vuelo se llama Amarga, esto no resulta una coincidencia en el relato, sino que Dávila Andrade está utilizando una metáfora en la que proyecta que la amargura es la acompañante inexorable del proletariado, y es necesaria también para propiciar la revolución. La escena cumbre del relato, en esta ocasión, es la decisión irreparable del cóndor ciego de aventarse al abismo. Desde mi perspectiva, este acto representa la revolución. Es un acto que tal como en el relato, despierta grandes pasiones y que es, además inevitable. La revolución, para Marx, era una consecuencia imparable del sistema capitalista, que en cierto momento histórico iba a llegar a saturarse y la clase obrera iba a sublevarse. Por otro lado, la muerte del cóndor representa la mortandad que trae consigo una revolución, ya que según Marx, para esta ser efectiva debe ser violenta y sangrienta y no se puede conseguir de forma pasiva. El cóndor se inmola en el relato, tal como lo haría en una revolución marxista gran parte del proletariado. El desenlace de este relato es sin duda una escena heroica, que se entiende como algo sublime y necesario, igual que la revolución lo es para el marxismo. Cabe mencionar que los cóndores, al finalizar su vida, usualmente se suicidan partiendo en un último vuelo, esto también es símbolo de que el proletariado eventualmente preferirá la muerte que vivir encadenado a la ceguera que le es impuesta por la burguesía.
El cóndor ciego – César Dávila Andrade
Si se pretende analizar cualquier pieza literaria desde la corriente Marxista, hay que distinguir en primera instancia cuales son los pilares esenciales de la doctrina Marxista. A mi parecer, el fundamento principal del Marxismo es que la humanidad ha sido una incesante lucha de clases en el que históricamente siempre ha existido una clase opresora y una clase oprimida. Si analizamos este relato desde esta perspectiva, se podría pensar que el cóndor ciego representa al proletariado reprimido, su ceguera manifiesta la impotencia de los trabajadores ante la opresión de la clase burguesa. El cóndor se encuentra en desventaja debido a su ceguera, pero aun así sigue siendo poderosamente fuerte y sabio. La ceguera del cóndor parecería un limitante para que éste pueda liberarse de su prisión, sin embargo la habilidad y la determinación del cóndor son subestimados, tal como la fuerza que tiene el proletariado. A pesar de que el cuento comienza de forma pasiva, indudablemente el cuento avanza, a la vez que prolonganda un sentido de urgencia y de sorpresa, como si en todo momento algo estuviera a punto de ocurrir. Algo que llama la atención dentro del relato de César Dávila Andrade, es que la comunidad de cóndores es, sin duda, estrechamente solidaria, tal como describe “El Manifiesto del Partido Comunista de Marx” al proletariado. El grupo de cóndores, además tiene bien identificado a quienes “aparentemente” son más fuertes que ellos y siempre están vigilados, aunque estos no lo sepan. Metafóricamente en el relato, los toros muertos pueden representar a la clase burguesa, de la que eventualmente se alimentará la clase proletaria cuando culmine su lucha. El cóndor pretende comerse el corazón y los testículos del toro, partes que simbólicamente atacan la misma naturaleza de la burguesía, en este caso representada con el toro, y ejemplifican su victoria absoluta frente a la clase dominante. Es interesante observar dentro del relato, que la compañera del cóndor más sabio a punto de emprender su último vuelo se llama Amarga, esto no resulta una coincidencia en el relato, sino que Dávila Andrade está utilizando una metáfora en la que proyecta que la amargura es la acompañante inexorable del proletariado, y es necesaria también para propiciar la revolución. La escena cumbre del relato, en esta ocasión, es la decisión irreparable del cóndor ciego de aventarse al abismo. Desde mi perspectiva, este acto representa la revolución. Es un acto que tal como en el relato, despierta grandes pasiones y que es, además inevitable. La revolución, para Marx, era una consecuencia imparable del sistema capitalista, que en cierto momento histórico iba a llegar a saturarse y la clase obrera iba a sublevarse. Por otro lado, la muerte del cóndor representa la mortandad que trae consigo una revolución, ya que según Marx, para esta ser efectiva debe ser violenta y sangrienta y no se puede conseguir de forma pasiva. El cóndor se inmola en el relato, tal como lo haría en una revolución marxista gran parte del proletariado. El desenlace de este relato es sin duda una escena heroica, que se entiende como algo sublime y necesario, igual que la revolución lo es para el marxismo. Cabe mencionar que los cóndores, al finalizar su vida, usualmente se suicidan partiendo en un último vuelo, esto también es símbolo de que el proletariado eventualmente preferirá la muerte que vivir encadenado a la ceguera que le es impuesta por la burguesía.
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El general Juan Galo de Lavalle es la figura trágica del largo período de guerras civiles que atravesó la Argentina antes de constituirse en una república: su espíritu parece desgarrado entre las dos fuerzas que animaban a las parcialidades en pugna. La razón lo llevó a acompañar la ideología liberal y la vocación institucional de los unitarios, pero en su corazón vibraba el patriotismo cerril y corajudo de los federales.
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