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Leonora Carrington nació en 1917 en Lancashire, Inglaterra fue una pintora surrealista y escritora inglesa nacionalizada en México.
En su infancia Leonora estuvo estuvo rodeada
de animales y creció con relatos de su nana Irlandesa, cuentos de hadas,
leyendas e historias de criaturas del folclor de la civilización Celtas.
Desde niña mostro interés por la pintura por lo que sus padres la enviaron a estudiar arte en Florencia. Allí se maravilló con el arte Medieval, esculturas barrocas y con la pintura del Renacimiento Italiano.
En 1937, conoció a Max Ernst, un artista enfocado en el dadaísmo y el surrealismo. Ambos se enamoraron y se fueron a vivir a al sur de Francia. En este periodo Leonora se absorbió del espíritu y técnicas del surrealismo: la libre asociación, el collage y la escritura automática.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Ernst abandono a Leonora, y esta comenzó a sufrir un colapso nervioso, acompañado de delirios y ataques de ansiedad. Termino siendo internada en un hospital psiquiátrico en España, recibiendo terapia de choque.
Motivada por su amigo el Surrealista André Breton, Leonora escribió su primera novela, mostrando su faceta como escritora y comenzó a pintar escenas sombrías e inquietantes que representaban el periodo de su colapso nervioso. Sus obras acompañadas de una “fase de locura” como inspiración en sus pinturas.
En el año 1042, Leonora se estableció de forma definitiva en México, donde se casó con un fotógrafo llamado Emeric Weisz.
En México, Leonora Carrington se dedicó de lleno a su pintura y la exploración de los temas y un estilo personal de Surrealismo, combinados a aspectos de su vida, con simbolismos derivados del ocultismo y esoterismo.
El folclor y el Misticismo Mexicano fueron de inspiración y gran influencia en sus pinturas, al igual que el estudio de la obra del Psiquiatra Carl Jung, de pensamiento budista y con tradiciones derivadas al Cábala.
Eruditos en el tema, han señalado que Leonora compartía el interés de los surrealistas por el misterio del inconsciente y las imágenes oníricas, extraída de los sueños; el cual complemento con su sello e intereses personales: el folclor celta, las pinturas renacentistas, el arte y folclor latinoamericano, la alquimia, el misticismo y la psicología de Jung.
Podemos apreciar que en sus pinturas abundan los personajes y las figuras hibridas (mitad humana y mitad animal), criaturas fantásticas que generan asombro y terror.
Algo característico en las obras de Carrington que le distingue de los demás artistas surrealistas es su intención de reflejar la identidad, la sexualidad y la sensibilidad femenina en sus obras.
Fue ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes, otorgado por el gobierno de México en 2005.
Falleció a los 94 años en la Ciudad de México el 25 de mayo de 2011.