• Asignatura: Castellano
  • Autor: lauraandrade1912
  • hace 9 meses

“El lobo y el perro”
Cerca de un bosque, había una vez un lobo tan flaco que no tenía más que piel y huesos. Su flacura la debía, entre otras cosas, a que no se podía acercar a los ganados, pues estaban protegidos por los perros guardianes. Por eso, sólo de vez en cuando podía meterle el diente a un poco de carne. Un día, el lobo estaba acechando el rebaño de ovejas, para ver si la suerte lo ayudaba y alcanzaba a cazar, encontró a un perro mastín que se había extraviado. El animal era rollizo y lustroso. Se veía que estaba bien alimentado. El lobo lo hubiese atacado de buena gana para servirse un buen almuerzo. Pero, con mucha sensatez, pensó que tendría que emprender una batalla y que el enemigo tenía trazas de defenderse bien. Por eso, el lobo decidió acercársele con la mayor cortesía y entablar una conversación con él. — Te felicito, amigo, tienes un hermoso cuerpo –dijo el lobo. — Amigo lobo, tú no luces tan bien como yo porque no quieres –contestó el mastín. El lobo lo miró asombrado. — ¿Cómo que no quiero? A mí me gustaría estar tan bien alimentado como tú. — Entonces, deja el bosque –repuso el perro–. Los animales que en él se guarecen son unos desdichados, muertos siempre de hambre. ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a la suerte! ¡Siempre al acecho de lo que sea! — Es verdad –dijo tristemente el lobo–. Cada día que amanece, me pregunto si tendré un buen almuerzo. Y, cuando llega la noche, casi siempre me voy a dormir con la barriga vacía. — Entonces, no lo pienses más –repuso el perro–. Sígueme y tendrás mejor vida. — ¿Y qué tendré que hacer? –preguntó el lobo, que desconfiado, sabía que nada era gratuito en esta vida. — Casi nada –repuso el perro–. Tienes que proteger la casa, perseguir a los ladrones, jugar con los de la casa y complacer al amo. Con tan poco como esto, tendrás a cambio, huesos de pollo, pichones y, además algunas caricias. Con algo tan simple como eso que te digo, tendrás las sobras de todas las comidas, huesos de pollos, carne fresca, frutas y verduras; y también cariño, como un elemento extra.
El lobo se sintió feliz y lleno de gozo. Mientras caminaban hacia la casa del amo del mastín, el lobo se dio cuenta que el perro tenía el cuello pelado. ¿Qué es eso? - preguntó.
Nada.- ¡Cómo nada!
- Una tontería.
- Pero algo es, esa peladura en el cuello.
- Será la señal del collar con el que a veces estoy atado.
- ¡Atado! - exclamó el lobo
- ¿Tú no vas a dónde quieres?
- No siempre, pero eso, ¿qué importa?
- Importa tanto, que no quiero ni el más grande de los tesoros por renunciar a mi libertad - Terminó de decir el lobo, y se alejó corriendo, sin mirar atrás.
¿Cuáles son los ofrecimientos del perro al lobo, y qué te parecen a ti?

¿Consideras que merece la pena sacrificar muchas ventajas como la comida por el bien de la libertad?.

Ejemplifique con un caso en donde se sacrifique la libertad por la comida._
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Respuestas

Respuesta dada por: atorresmostacero
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Respuesta dada por: geraldtambo09
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