Respuestas
ZINC:
Contribuye a mantener las arterias limpias.
Administrar zinc a los pacientes con Covid acelera la recuperación
Fortalece el sistema inmunológico.
Colabora en los procesos de cicatrización de las heridas.
Previene enfermedades comunes provocadas por virus y bacterias (por ejemplo, el resfriado).
Cuida de la salud de cabello, la piel y las uñas.
Mejora el gusto y el olfato.
Las carnes de res, cerdo y cordero contienen mayor cantidad de zinc que el pescado. La carne oscura de un pollo contiene más cantidad de zinc que la carne blanca. Otras fuentes buenas de zinc son las nueces, los granos enteros, las legumbres y la levadura.
Vitamina E:
La vitamina E es un nutriente importante para la visión, la reproducción y la salud de la sangre, el cerebro y la piel. También tiene propiedades antioxidantes.
Aceites vegetales
Almendras
Avellanas
Piñones
Cacahuetes
Pescado
Pistachos
Aguacate.
SELENIO:
El selenio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano. El selenio es importante para la reproducción, la función de la glándula tiroidea, la producción de ADN y para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres.
Las nueces de Brasil son una muy buena fuente de selenio. El pescado, los mariscos, las carnes rojas, los granos, los huevos, el pollo, el hígado y el ajo también son buenas fuentes.
VITAMINA C:
La vitamina C (ácido ascórbico) es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos. La vitamina C también es vital para el proceso de curación del cuerpo.
Pimientos rojos.
Perejil.
Brócoli.
Kiwi.
Bulbo de hinojo.
Uva.
Fresas.
Albahaca.
VITAMINA D:
Nuestros cuerpos necesitan vitamina D para ayudar a mantener nuestros huesos sanos. La vitamina D ayuda a los niños a formar huesos fuertes y previene enfermedades óseas como el raquitismo. Ayuda a los adultos a evitar condiciones como osteoporosis que debilitan los huesos y pueden hacer que éstos se quiebren.
Los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado, se encuentran entre las mejores fuentes naturales de vitamina D. El hígado de ganado vacuno, el queso y la yema de huevo contienen cantidades pequeñas de vitamina D. Los hongos aportan algo de vitamina D