• Asignatura: Castellano
  • Autor: gonalezgelvesbrenda
  • hace 1 año

LA ARAÑA NO TENÍA PATAS

El edificio Natokami era tan alto que parecía construido con la ambición de mirar frente a frente

a la Luna. Me demoré unos instantes en contemplar su gigantesca fachada de cristal y sentí, por

un momento, un mareo anticipador del vértigo que previsiblemente me invadiría.

Entré en el inmaculado edificio y me recibió un corpulento y musculoso vigilante, que me

informó que el inspector y los demás agentes me esperaban en la azotea del edificio. No pude

dejar de maravillarme cuando observé que el vigilante llevaba unos guantes de cuero puestos, a

pesar de que las mangas de su camisa no le cubrían ni los codos.

Demasiadas películas norteamericanas, pensé.

El ascensor, en un tiempo increíblemente rápido, me subió hasta la azotea, justo por encima del

piso treinta y tres. Cuando las puertas se abrieron, un frío extraño y denso me obligó a subirme el

cuello de la chaqueta. Sin pensarlo dos veces, encendí un cigarrillo y contemplé la noche. El

inspector me hizo una seña para que me acercara hasta el balcón que le separaba del abismo.

Cuando llegué, me agarré a la barandilla de tal manera que ni un luchador de sumo lograría

soltarme. Mis piernas comenzaban a flaquear.

—¡Borges, Borges, Borges! Me sigue resultando extraño que alguien con su sangre fría se asuste

tanto de las alturas. Además…

—Señor inspector, si continúa usted haciendo observaciones gratuitas me veré en la obligación de

o bien retirarme o bien caer desmayado y mortalmente pálido. Ninguna de las dos opciones me es

particularmente atractiva; así que, por favor, hábleme del asunto.

El inspector me miró divertido y comenzó a relatarme lo ocurrido:

—Verá, este edificio se diseñó con un propósito bien claro: evitar los robos. Las puertas de los

departamentos son prácticamente inexpugnables, y hay cámaras custodiando cada pasillo. Sin

embargo, nadie pensó que los ladrones podrían subir hasta el piso treinta y tres por la fachada,

romper el cristal de la ventana y hacerse con una importante colección de joyas. Y eso es

exactamente lo que ha ocurrido esta noche. Un par de hombres llevaron a cabo tan increíble plan,

pero salió mal. Cuando descendía el segundo, un hombre excepcionalmente pequeño, la cuerda se

desprendió de la terraza y el ladrón se precipitó hacia el vacío. Su cómplice, supongo que

horrorizado, huyó, pero, eso sí, llevándose el botín. Hasta aquí todo está muy claro. Pero hay

varias cosas que no entiendo. Por ejemplo: no hay marcas en la fachada de pisadas o señales de

ningún tipo que delaten el hecho de que alguien ha escalado por ella. Tampoco logro comprender

cómo pudieron desde allá abajo lanzar una cuerda de la que sí hemos encontrado muestras en esta

azotea, y asegurarla para emprender la escalada. Y todo ello sin hacer ruido alguno… ¿Cómo es

todo esto posible?

—Creo que todas esas preguntas, y alguna más, se las podrá contestar el vigilante…

—Tenía usted razón en pensar que el robo lo cometieron dos personas, pero equivocó las

perspectivas. En primer lugar, tal y como usted ha señalado, ¿cómo es posible arrojar una cuerda

desde tanta distancia y asegurarla en una barandilla? La respuesta es simple: alguien ata la cuerda

a la barandilla y la desciende lentamente, para evitar golpes, hasta el suelo. Una vez allí, el ladrón

se la ata a su cintura y espera. Su cómplice en la terraza, un hombre muy vigoroso, va tirando de


la cuerda hasta que su compañero, un sujeto excepcionalmente pequeño, como usted indicó, le

hace una señal que lo detiene a la altura indicada. Abre la ventana, entra en la casa, lo que da un

descanso a su forzudo amigo, y vuelve a colocarse la cuerda para salir al exterior. Pero durante el

descenso ocurre un accidente. La cuerda se desliza demasiado deprisa por las manos del hombre

fuerte, quemándole dolorosamente las palmas, y deja caer a su cómplice. Baja corriendo, sale del

edificio y recupera el botín antes de dar la alarma. De resultas de las quemaduras, nuestro hombre

tiene que ponerse unos guantes que oculten las heridas a la policía, que está a punto de llegar…

Pregúntele al vigilante de este edificio por qué lleva guantes de cuero en pleno verano… Y ahora,

si me lo permite, quisiera regresar a tierra firme. Buenas noches, inspector.



1. Lo que acabas de leer es un cuento policial ¿Por qué?

2. ¿Crees que el titulo se relaciona con el cuento policial? Explica tu respuesta.

3. ¿Qué características posee el personaje principal? Da ejemplos.

4. ¿Qué finalidad pretendía el diseño del edificio?

5. ¿En qué planta se encontraban las joyas?

6. ¿Cuántas personas participaron en el robo?

7. ¿Por dónde entró el ladrón?

8. ¿Quién tiene las joyas en estos momentos?

9 . De los personajes que aparecen en la historia, ¿quién crees tú que está implicado en el robo?

¿Por qué?

10. Explica cómo crees que ha ocurrido el robo y por qué.


gonalezgelvesbrenda: Ayuda!!!!!!! plissss

Respuestas

Respuesta dada por: josejuans10
0

Respuesta:Vigilava

Explicación:

Respuesta dada por: elkarnatar
5

Respuesta:

Por el niño de atocha que texto tan largo

Explicación:

1 delata el echo de u. Robo

2 si porque dice la araña no tiene patas osea q el ladrón no dejo huellas de pies

3 un hombre analítico y racional

4 que no subieran los ladrones hasta arriba

5 piso 33

6dos personas

7 por la fachada del edificio

8 el guardia

9 el guardia

Porque tiene los guantes y el de buen cuerpo fornido

10 el guardia subió al ladrón y saquearon todo y lo dejó caer y el ullo

Coronita porfa xdxd porque si esta largo jajajajajaj

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