En la pandemia del nuevo coronavirus hemos

vivido, y seguimos viviendo, toda la gama de

emociones de que somos capaces. Primero la

incredulidad: “No, esto no pasa aquí. Ocurre al

otro lado del mundo. No, aquí no llegará”. Negar

la realidad de una amenaza es una forma de lidiar

con el miedo. Cuando la fuerza de la realidad se

impone con evidencias directas el miedo hace

presencia y provoca otras emociones. El enojo es

la más común. Recuerdo a un compañero del

gimnasio que se quejaba de los chinos, “sus

nefastas costumbres de comer cosas raras han

provocado la epidemia”, decía casi con violencia

como si ellos la hubieran causado. También se

quejaba de las autoridades “que no hacen nada

por protegernos”. Era el inicio de la epidemia, no

había aquí ningún caso reportado, pero su

molestia le impedía valorar la situación. El enojo,

que puede llevar incluso a la violencia, es una

forma de protección. Si se encuentra la causa —

así sea imaginaria— de la amenaza podemos

luchar furiosos contra ella. Defendernos

tranquiliza.


SACAR 5 PRONOMBES:-)​

Respuestas

Respuesta dada por: SEGUZ
1

Respuesta:

encontré estos

ellos

el

ella

Explicación:

espero al menos haberte ayudado un poco


diegonavacoco1: gracias
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