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Respuesta:
Leer juntos sobre alimentación y nutrición. Podemos, por ejemplo, buscar recetas para cocinar en familia o investigar sobre el origen de sus alimentos favoritos.
Compartir en familia el consumo de alimentos nos permite reforzar hábitos saludables y enseñarles por qué es importante tener una buena alimentación.
Participar en las actividades que giran en torno a la alimentación saludable como charlas, talleres y otras actividades interactivas promovidas por la comunidad educativa. Durante estas actividades le podemos enseñar a nuestros hijos a entender la publicidad de los alimentos.
Finalmente, es de suma importancia que no sólo los estudiantes sino la comunidad en general, puedan adquirir el hábito de realizar algún tipo de actividad física con el fin de mantener una vida saludable. Entre las principales recomendaciones, Gabriel Fessia comparte las siguientes:
+ Destinar un tiempo a la actividad física, como se le dedica tiempo a comer, estudiar o trabajar.
+ Si uno se desplaza en colectivo a la facultad o empleo, bajarse unas cuadras antes al menos tres veces por semana para empezar a desarrollar el hábito.
+ Realizar actividades en grupo hace que sea más placentera su práctica.
+ Usar bicicleta o caminar cuando el traslado es menor a 1500 metros, no usar tanto el auto.
+ En un edificio, intentar utilizar las escaleras en lugar del ascensor.