resumen de la obra de ricardo palma carta canta

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Respuesta dada por: CamiCatVideos123
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Hasta medianos del siglo XVI, los más castizos prosistas castellanos decían. “Rezan cartas”, cuando un hecho eran referidos epístolas.Después, sacando una misiva decían: “Carta canta”. Los ultracriollos sólo decían: “Papelito habla”. Leyendo al jesuita Acosta, conocí el origen de la frase, por eso reclamare a la Academia el peruanismo. Veamos.Era Antonio Solar, en 1558, uno de los vecinos más ricos de Lima. Y aunque no estuvo con Pizarro en Cajamarca, logró que se le repartiese casa, 200 fanegadas en Supe y Barranca, Y 50 mitayos a su servicio. Formó hacienda en Barranca y trajo de España yuntas de bueyes: “Iban los indios - dice Acosta - a verlos arar, asombrados; diciendo que los españoles, por no trabajar, los usaban”. Y trajo semillas de melón, nísperos, granadas, cidras, limones, manzanas, membrillos, guindas, cerezas, almendras, etc. El melonar de Barranca dio primera cosecha y el mayordomo escogió diez para obsequiarlos al patrón. Los mitayos encargados, - en un descanso - al sentir el perfume de la fruta, apetito y temor se enfrentaron. “Comamos un melón, - dijo uno – escondamos la carta y no nos acusará”. Su sencilla ignorancia creía ver en la escritura a un espía diabólico. Esto agradó al otro y colocando la carta bajo una piedra, se echaron a devorar la incitante fruta. Cerca a Lima uno de ellos dijo: “Igualemos la carga; porque si llevas cuatro y yo cinco, sospecharán”. Y escondieron la carta, devorando el segundo melón. Al llegar, le dieron la carta, en la que le anunciaban diez melones. Don Antonio, que prometió al arzobispo y otros sus primeros frutos, examinó la carga: - ¡Ladronzuelos! -gritó bufando- ¡Aquí faltan dos! - ¡Ocho no más, taita! -dijeron temblando los indios. - ¡Aquí dice diez, se han comido dos! ¡Zurra con ellos! - ¿Lo ves? ¡Carta canta! -dijo uno, después de zurrado. Escuchó don Antonio, y les gritó: “¡Sí, bribones, ya saben que carta canta!”, y la frase se generalizó y pasó el mar.De nada¡¡
Respuesta dada por: luisvera2
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Respuesta:

Para nuestros abuelos tenía valor de aforismo o de artículo constitucional este refranejo

«Iban los indios a verlos arar, asombrados de una cosa para ellos tan monstruosa, y decían que los españoles, de haraganes, por no trabajar, empleaban aquellos grandes animales».

Fue don Antonio Solar aquel rico encomendero a quien quiso hacer ahorcar el virrey

Más de un siglo después, bajo el gobierno del virrey duque de la Palata, se publicó un bando que los curas leían a sus feligreses después de la misa dominical, prohibiendo a los indios comer pepinos, fruta llamada por sus fatales efectos mataserrano. Llegó la época en que el melonar de Barranca diese su primera cosecha, y aquí empieza nuestro cuento. El mayordomo escogió diez de los melones mejores, acondicionolos en un par de cajones, y los puso en hombros de dos indios mitayos, dándoles una carta para el patrón. Habían avanzado los conductores algunas leguas, y sentáronse a descansar junto a una tapia.

Como era natural, el perfume de la fruta despertó la curiosidad en los mitayos, y se entabló en sus ánimos ruda batalla entre el apetito y el temor. Escondamos la carta detrás de la tapia, que no viéndonos ella comer no podrá denunciarnos. La sencilla ignorancia de los indios atribuía a la escritura un prestigio diabólico y maravilloso. -Bien discurrido -contestó el otro mitayo.

Llegados a casa de don Antonio pusieron en sus manos la carta, en la cual le anunciaba el mayordomo el envío de diez melones. Don Antonio, que había contraído compromiso con el arzobispo y otros personajes de obsequiarles los primeros melones de su cosecha, se dirigió muy contento a examinar la carga. El mayordomo me manda diez melones y aquí faltan dos -y don Antonio volvía a consultar la carta. -Ocho no más, taitai -contestaron temblando los mitayos.

Alcanzó a oírlo don Antonio y les gritó

-Sí, bribonazos, y cuidado con otra, que ya saben ustedes que carta canta.

Explicación:

SI, por que si xd

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