Respuestas
Cuando los pobres indios acampan en sus noches frías de viaje por el altiplano o la montaña, allí junto a sus cargas y cerca de sus asnos, se acurrucan sobre el duro suelo, forman un estrecho círculo y el más anciano o cariñoso saca su chuspa o su tary de coca y desanudándolo lo deja en el centro, como la mejor ofrenda a disposición de sus compañeros. Cierta vez que yo viajaba por el altiplano, me vi obligado a pasar la noche a la intemperie, junto a uno de esos grupos de indios viajeros.
Y, por todas partes en los llanos y en las montañas los desdichados indios fugitivos, sin hogar, llorando la muerte de sus padres, de sus hijos o de sus hermanos. Los indios indefensos, sin amparo alguno, en vano invocaban a sus dioses, en vano lamentaban su desdicha.