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Respuesta:
Es posible que la mayor astucia del diablo no haya sido la de hacer creer que no existe, sino la de convertirse en un balón. En cualquier caso, la gracia de éste, entre tantas otras, es que jamás se cae. Puede rodar, rebotar, volar, pero nunca un balón estará caído. Por eso atrae al niño (¿o acaso es el niño el que atrae al balón?). Puede golpearlo con los pies, las manos, la cabeza, y él se mantendrá en un equilibrio perfecto.
El balón se presta para los juegos diversos de la imaginación. Es como tener la Tierra en las manos o, si se prefiere, la Luna. En él, en su interior oscuro, habitan genios y duendes burlones. Claro que el balón, en rigor, es una metáfora.
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EAPERO HABERTE AYUDADO
Respuesta:
El dominio del balón es una acción o malabarismo que consiste en controlar el balón la mayor cantidad de tiempo sin dejarlo caer al piso.
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espero te ayude : )