Respuestas
Respuesta:
es todo
Explicación:
Las tecnologías también están afectando a los procesos educativos generados en el seno de
nuestra sociedad. Por una parte, cada vez hay más educación fuera de la escuela en relación a la que se
proporciona dentro de la misma: a través de soportes multimedia, de software didáctico, de televisión digital,
de programas de formación a distancia, de las redes telemáticas, y por otra, los ordenadores comienzan a
entrar tímidamente en las aulas. (Area, 2000). Uno de los dilemas más importantes de las instituciones
educativas hoy, se centra en la necesidad de experimentar transformaciones acompasadas con los intereses de la oferta externa. Los educandos de la escuela intramuros desaparecen progresivamente en los
contextos actuales. Quizás uno de los desafíos más salientes de la interrelación escuela-sociedad se
explique a través del ingreso de las tecnologías en el aula, como puente de interacción y salvataje de la
histórica asociación entre la escuela (como formadora del carácter social y cívico de los jóvenes) y
la sociedad. Desde un punto de vista específicamente instructivo, y quizás socializador, es indudable que las
experiencias de enseñanza desarrolladas con las tecnologías en el aula, han demostrado que, en líneas
generales, resultan altamente motivantes para los estudiantes y son, en gran medida, eficaces en el logro de
ciertos aprendizajes si las comparamos con los procesos tradicionales de enseñanza basados en otras
tecnologías (impresas).
El análisis de los procesos de interacción educativa con las tecnologías de la información y la
comunicación, requiere situarse o contextualizarse dentro de los entornos particulares de las sociedades,
dentro de las necesidades e intereses del sujeto, los grupos y sus circunstancias y básicamente dentro de
una postura definida del rol que las mismas ejercen para un momento histórico particular de una sociedad.
El entorno que rodea a los ciudadanos ha cambiado sustantivamente en los últimos años.
La revolución de la tecnología informática, junto con otros factores de índole económica y política, ha
provocado una mutación radical de las formas de producción, difusión y consumo del conocimiento y la
cultura. Distintos investigadores sociales Bericat (1996); Bustamante (1998); Castells (2000); Giddens (2000),
han propuesto diversas denominaciones para identificar la nueva época en la que vivimos. Algunos de esos
términos son "sociedad del conocimiento", "sociedad postindustrial", "hipercapitalismo", "postmodernidad",
"sociedad informacional", “era digital”. Independientemente de los nombres que le pongamos al tiempo
actual, existe consenso en afirmar que en los países altamente desarrollados se ha producido una
importante y profunda transformación de las estructuras y procesos de producción económica, de las formas
y patrones de vida y cultura de los ciudadanos, así como de las relaciones sociales.