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Según informa el diario británico The Independent, un mes antes de que Turquía derribara el bombardero ruso, la inteligencia militar rusa advirtió al presidente Vladimir Putin que Ankara tenía programado hacerlo. Diplomáticos involucrados en esta información aseguran que Putin desestimó las advertencia porque, probablemente, consideró que Turquía no se atrevería a provocar a Rusia en plena guerra de Siria.
El incidente del pasado 24 de noviembre en el que dos F-16 turcos derribaron un bombardero ruso matando a uno de los dos pilotos tiene todo los signos de ser una emboscada bien preparada. Ankara afirmó que el avión ruso violó su espacio aéreo durante 17 segundos pero los cazas turcos no escatimaron esfuerzos para no ser detectados volando a baja altura, un hecho que correspondería más a una misión especial que a un movimiento disuasorio