• Asignatura: Historia
  • Autor: steevencueva65
  • hace 1 año

Doy corona y puntos ayuda

Solo necesito un monólogo de la poesía latinoamericana a tu profesor.​

Respuestas

Respuesta dada por: estudios20ni
0

NO SE SI TE SERVIRA PERO ESPERO QUE SI

El monólogo dramático cómo genero poético

El monólogo dramático cuenta con procedimientos enunciativos y temáticos que lo singularizan. Proponemos nuestra propia definición: es un poema en el que, en primera persona, un hablante emite un discurso frente a un interlocutor presente, ausente o imaginario, ante el que revela progresivamente su personalidad (revelación determinada por este interlocutor, ante el que ofrece una 'fachada social') y sus propósitos en ciertas circunstancias espaciales y temporales, más o menos aludidas. Además, esta dimensión enunciativa le permite al autor incentivar en el lector efectos pragmáticos: este yo ficcional o histórico desarrolla una serie de reflexiones -desde su personal punto de vista- sobre la coyuntura existencial crítica que vive y el lector oscila, al escuchar el discurso del hablante, entre la identificación y el distanciamiento crítico o juicio moral. Como puede verse, esta definición incorpora, sobre todo, criterios pragmáticos (enunciativos). Esta definición es una síntesis de los aportes de los teóricos de este género. Se sintetiza en esta definición el conjunto de aportes -presentados a continuación- de los teóricos que se han ocupado de este género.

La primera propuesta, de orientación formalista, en establecer los procedimientos definitorios del monólogo dramático procede de Ina Beth Session (1947), quien se atreve a ofrecer una definición operativa. Es monólogo dramático aquel poema que cuente con hablante, interlocutor, ocasión o circunstancia (aquello que motiva el encuentro entre ambos papeles), la conducta que tiene lugar entre ambos en esa situación (expresada desde el discurso del hablante) y la temporalidad en presente6.  

 

Uno de los procedimientos dramáticos básicos del monólogo dramático es, como explica Thanoon (1991: 38-39), la caracterización del hablante, en particular su interiorización psicológica: mostrar el modo de sentir y de pensar del personaje 'desde adentro', desde la autorrevelación de su propia psicología, táctica introspectiva que permite un grado elevado de singularización, al comentar, narrar o evaluar sobre sus propias experiencias o las protagonizadas por otros individuos. Si la literatura de la modernidad se caracteriza por el aumento progresivo de la subjetividad del personaje literario, el monólogo dramático será un digno 'vástago' de este proceso.

De mucha importancia para clasificar enunciativamente los monólogos dramáticos es la distinción que establece Thanoon (1991: 65-88) entre monólogos estrictamente dramáticos, monólogos de finalidad lírica y monólogos narrativos. En la primera categoría, el estrictamente dramático, practicada por Browning (es decir, por uno de los representantes iniciales del género), el hablante es un personaje reconocible de la historia o de la cultura - cuando no quede identificado por su nombre, debe estar lo suficientemente caracterizado en el poema como para que sea reconocido o identificado por el lector-, autónomo y distanciado psicológicamente de la voz autoral (Thanoon, 1991: 68-74). El lector, durante la lectura del poema, debe identificar en esta voz a un personaje con identidad autosuficiente. Este es el propósito perseguido por el autor al modelar psicológicamente a un personaje que produzca un fuerte efecto de realidad en el lector.

Los monólogos de intencionalidad lírica, según Thanoon (1991: 75-88), tienen un hablante escasamente singularizado y un interlocutor mínimamente individualizado (a veces es simplemente un pronombre de segunda persona de significado general). La dramatización o situación dramática, con un escenario o contexto menos detallado que en la primera modalidad, sólo es un pretexto para ofrecer el correlato objetivo del estado anímico del autor.

 

Muchos monólogos dramáticos, sobre todo aquellos que se ajustan al modelo planteado por Robert Browning a mediados del siglo XIX, incorporan un destinatario implícito. Si pasa a ser explícito, el lector estará ante un diálogo dramático, como sucede en los innumerables casos -típicos de la poesía medieval- de los debates entre el alma y la carne, o en manifestaciones más contemporáneas, como "Noche del Hombre y su Demonio", de Luis Cernuda.

Preguntas similares