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4
"El Alma de Nuestra Madre Tierra"
El amor no triunfa cuando la estupidez del hombre
encerrada en su ignorancia no respeta a nuestra Madre Tierra
La humanidad se ahoga poco a poco en su entera indiferencia.
Nuestra Madre Tierra, la gran ánima viviente
nos calienta con su corazón y nos nutre,
pero nosotros, envueltos en la ignorancia,
somos ciegos y sordos a su reclamo.
¿Estamos quizá esperando que los frutos enfermos
de nuestra Madre Tierra nos envenenen?
No nos dejemos sofocar por ella,
cuidemos a nuestra Madre Tierra con devoción,
porque Ella nos nutre de amor y energía.
Siento mi espíritu temblar,
mientras que Su gran alma está enferma y,
con sufrimiento se desespera porque sus hijos son ingratos,
no tienen respeto por ellos mismos y mucho menos por ella.
Mientras muere lentamente y en silencio,
yo siento su lamento, su sufrimiento y sus lágrimas
que caen sobre mi corazón angustiado.
El amor triunfa sólo cuando nos respetamos
a nosotros mismos y respetamos a la Tierra.
La vida continuará sólo si despertamos del sueño de la indiferencia.
Yo siento su sufrimiento al respirar,
la lluvia ácida que cae sobre mí y me consume,
mientras nos ruega escuchar el eco de su dolor que vuela
de nuestros oídos sordos a nuestra mente tan alejada de nuestro corazón
Madre Tierra
Madre tierra cuna de mis noches
donde han quedado tus dones,
tu cuerpo como un roble
veo tu alma indignada
por el abuso del hombre.
Madre tierra tu rostro se ha humedecido
sacudido por los vientos grises
involuntariamente las aves
han abandonado sus meláncolicos nidos
llevando la fuerza de la esperanza a otros horizontes.
Madre tierra en tu vientre
se concibe el hambre, la carencia
enfermedad cotidiana del pueblo
y derroche para el privilegiado.
Madre tierra son pocos los que te respetan,
pero habitan en agonía….
los que se alejaron mancillaron tu piel
detrás de la destrucción impune, libre de cargo
opacando la luz de tus ojos, tu latir, esa vida.
Madre tierra que especie tan cruel
simulando complicidad inofensiva
no saben de responsabilidad
acostumbrados a no ver, ni oír
no solo hoy, sino siempre
aunque te ven moribunda
continuan cabando tu tumba.
El amor no triunfa cuando la estupidez del hombre
encerrada en su ignorancia no respeta a nuestra Madre Tierra
La humanidad se ahoga poco a poco en su entera indiferencia.
Nuestra Madre Tierra, la gran ánima viviente
nos calienta con su corazón y nos nutre,
pero nosotros, envueltos en la ignorancia,
somos ciegos y sordos a su reclamo.
¿Estamos quizá esperando que los frutos enfermos
de nuestra Madre Tierra nos envenenen?
No nos dejemos sofocar por ella,
cuidemos a nuestra Madre Tierra con devoción,
porque Ella nos nutre de amor y energía.
Siento mi espíritu temblar,
mientras que Su gran alma está enferma y,
con sufrimiento se desespera porque sus hijos son ingratos,
no tienen respeto por ellos mismos y mucho menos por ella.
Mientras muere lentamente y en silencio,
yo siento su lamento, su sufrimiento y sus lágrimas
que caen sobre mi corazón angustiado.
El amor triunfa sólo cuando nos respetamos
a nosotros mismos y respetamos a la Tierra.
La vida continuará sólo si despertamos del sueño de la indiferencia.
Yo siento su sufrimiento al respirar,
la lluvia ácida que cae sobre mí y me consume,
mientras nos ruega escuchar el eco de su dolor que vuela
de nuestros oídos sordos a nuestra mente tan alejada de nuestro corazón
Madre Tierra
Madre tierra cuna de mis noches
donde han quedado tus dones,
tu cuerpo como un roble
veo tu alma indignada
por el abuso del hombre.
Madre tierra tu rostro se ha humedecido
sacudido por los vientos grises
involuntariamente las aves
han abandonado sus meláncolicos nidos
llevando la fuerza de la esperanza a otros horizontes.
Madre tierra en tu vientre
se concibe el hambre, la carencia
enfermedad cotidiana del pueblo
y derroche para el privilegiado.
Madre tierra son pocos los que te respetan,
pero habitan en agonía….
los que se alejaron mancillaron tu piel
detrás de la destrucción impune, libre de cargo
opacando la luz de tus ojos, tu latir, esa vida.
Madre tierra que especie tan cruel
simulando complicidad inofensiva
no saben de responsabilidad
acostumbrados a no ver, ni oír
no solo hoy, sino siempre
aunque te ven moribunda
continuan cabando tu tumba.
erick244:
gracias
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