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Respuesta:
espero te sirva
Explicación:
La ejecución práctica del voto en el extranjero es complicada debido a ciertos factores como el número de electores, su ubicación, las distancias y la complejidad del sistema de votación vigente. El voto en el extranjero implica un doble proceso de planeación ya que las tareas que requiere la organización de la elección dentro del país se tienen que homologar ba jo circunstancias muy distintas.
Es importante que en cada etapa del proceso electoral en el extranjero se ponga énfasis en la ejecución de los procesos y procedimientos de tal forma que no sólo resulten fieles al espíritu de la legislación sino que también sean lo más parecidos posible a los que se realizan dentro del país. Sin importar en dónde estén localizados, todos los electores deben tener acceso a los procesos de registro y votación. Aunque el proceso siempre tiene que realizarse de acuerdo con las leyes, también se puede requerir que la administración sea creativa y flexible.
Los problemas que plantea la instrumentación varían dependiendo de los métodos que se empleen para el registro y la votación, la distribución geográfica de los expatriados y la situación política (por ejemplo, el periodo de transición que sigue a un conflicto violento). En cualquier caso, la seguridad y la privacidad son dos aspectos centrales del proceso, sin importar si el voto es personal, por correo, por delegación de poder (proceso esencialmente interno) o por medios electrónicos. Numerosos grupos de electores en el extranjero (como las poblaciones de refugiados) pueden ser vulnerab les ante la intimidación y por eso requieren de protección que garantice la secrecía del proceso. Otros grupos (como los militares en servicio fuera del país y los miembros de las comunidades diplomáticas) pueden tener mayor confianza en el sistema pero esperan recibir la misma protección.
Cuando se trata de las primeras elecciones (fundacionales) o de elecciones de transición, es posible que las fuerzas políticas observen la votación en el extranjero con desconfianza. Si alguna fuerza política está buscando una razón para impugnar los resultados de la elección, es probab le que se señalen anomalías en la votación en el extranjero para justificar cualquier queja. Por este motivo, la planeación de la votación en el extranjero necesita un enfoque cuidadosamente integral que asegure que el proceso sea tan transparente y correctamente administrado como el de la votación interna.
Por lo general, los problemas administrativos o retrasos que presenta el voto en el extranjero se perciben como actos deliberados de fraude por parte del gobierno o incluso del organismo electoral. “Las elecciones de transición deberían verse como una expectativa latente de que ocurran accidentes en la intersección de la desconfianza política y la incapacidad administrativa. Todo problema administrativo se interpreta por un actor como un problema diseñado por su oponente para dañarlo” (Pastor 1999). Esto es particularmente aplicab le para el voto en el extranjero. Por ello, es importante que cuando se planee la instrumentación del voto en el extranjero se elimine cualquier causa que pueda crear desconfianza.
Por último, es necesario que las disputas e impugnaciones se resuelvan de forma imparcial y rápida. Todos los participantes del proceso electoral deben tener el derecho de apelar ante un órgano independiente e imparcial. Se tienen que estab lecer los procedimientos de los procesos de apelación de tal forma que sean accesibles para los electores en el extranjero y se sujeten al cronograma electoral. Todas las quejas se tienen que atender de manera equitativa y oportuna