• Asignatura: Castellano
  • Autor: 1535512482pepe
  • hace 1 año

Comencé a coleccionar rompecabezas cuando tenia quince años. Hoy no hay nadie en esta ciudad más hábil que yo para armar esos juegos que exigen siempre mucha paciencia y obsesión Cuando leí en el diario que habían asesinado a Nicolás Fabbri, adivinó que pronto sería llamado a declarar. El era Director del Museo del Rompecabezas desde hacia años, No tenia hijos, ni esposa Pasaron las semanas y un martes, a las doce de la noche, recibi la llamada de un policía que mc citó al amanecer en las puertas del musco: Mc recibió un detective alto, que me tendió la mano distraidamente mientras decía su nombre en voz baja. Le pregunté por la causa de la muerte: "Veneno dijo entre dientes. Me llevó hasta la sala central del Museo, donde está el rompecabezas que representa el plano de la ciudad, con dibujos de edificios y monumentos. Mil veces había visto ese rompecabezas: nunca dejaba de maravillarme. Era tan complicado que parecía siempre nuevo, como si, a medida que la ciudad cambiaba, manos secretas lo alteraran. Noté que faltaba una pieza. El policia buscó en su bolsillo Saco un pañuelo, un cortaplumas, un dado, y al final apareció la pieza. "Aqui la tiene. Encontramos a Fabbri muerto sobre el rompecabezas. Antes de morir arrancó esta pieza. Pensamos que quiso dejarnos una pista del asesino." Miré la pieza. En ella se dibujaba el edificio de una biblioteca, sobre una calle angosta. Se leía, en letras diminutas, Avenida La Merced. Yo sé que Fabbri tenia enemigos. Coleccionistas resentidos, como Miguel Santilla Varios contrabandistas de rompecabezas. Hasta un ingeniero loco, constructor de juguetes, con el que se peleó una vez llamado Ramirez. El policia me dijo que también estaba Gonzales, el vicedirector del museo, que quería ascender a toda costa. "Relaciona a alguno de ellos con esa pieza?" me preguntó a lo que respondi que No. Miré el tablero: muchas veces. El gigantesco rompecabezas era un monstruoso espejo en el que ahora me obligaban a reflejarme. Transcurridas muchas horas, también me quedé dormido. Al despertar, todavía habia policías por todos lados. Me acerqué nuevamente y encontré la solución. Llega un momento en el que los coleccionistas ya no vemos las piezas. Jugamos en realidad con huecos, con espacios vacíos. Lo importante, no era la pieza que Fabbri arrancó, sino la forma del hueco. El policia miró el punto vacío y leyó entonces la forma de una G. Horas más tarde. Gonzales, el vicedirector, fue arrestado de inmediato. Desde entonces, el ascsino, cada mes me envia por correo un pequeño rompecabezas que fabrica en la prisión con madera y cartones.


¿que tipo de narrador predomina en el texto?¿te parece que participa o no de la historia?

Para el que me diga la respuesta bien coronita por faa​

Respuestas

Respuesta dada por: xelorenzana
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