Respuestas
Respuesta:
Un proverbio medieval rezaba: "El aire de la ciudad nos hace libres". El florecimiento urbano representó entonces un refugio ante el vasallaje y los poderes feudales. Desde su origen, las ciudades han regulado, bajo formas diversas, la provisión de alimentos, cobijo, protección, espacios de intercambio y de comunicación para sus habitantes, en un esfuerzo por cubrir sus necesidades más básicas. Pero las ciudades han tenido que lidiar también con múltiples dificultades que han ido asociadas a su crecimiento, y las medidas tomadas para afrontarlas son un reflejo de las prioridades socioeconómicas y los modelos de desarrollo imperantes en cada época. La disposición urbana no puede comprenderse como un mero resultado del azar, sino como el fruto de decisiones humanas concretas en cada momento de su historia. Así, las ciudades pueden leerse y, tal y como dijera el filósofo Jünger Habermas, en ellas vemos cómo "la sociedad se fotografía, el poder se hace visible y se materializa el simbolismo colectivo".
Explicación paso a paso:
ME DAS CORONITA PLIS