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el zorrillo y su pariente los conejos, expiden orines muy fuertes, el de los zorrillos o mofetas, como también se les conoce, el orín es expulsado cuando son amenazados por animales que tratan de comerlos. Lo disparan directo a la cara de la fiera y si da en sus ojos, les produce tremendo dolor. El campo se invade además con un olor característico, penetrante, tan penetrante que dura varios minutos.
Bien, el orín de zorrillos y conejos, son utilizados por empresas de cosméticos. Los mezclan con perfumes y se convierten en deliciosos aromas que a las damas las hacen atrayentes.
Esos aromas abren en los hombres el deseo y mecánicamente expiden feromonas que atraen a las mujeres. En materia de cosmetología, en México en tiempos prehispánicos, coloreaban sus mejillas y labios con esencias de ciertos animalitos que por temporada se crían en los nopales.
En tanto en Europa, las ballenas proveen cremas y esencias para la cosmetología avanzada. En la cultura egipcia, Cleopatra fue y es un ejemplo de seducción a base de su amplia cosmetología creada por ella misma.
Si ustedes buscan en el internet una moneda creada en su honor, se dan cuenta que su perfil es de una mujer feíta, prolongada nariz aguileña que no le abona nada a lo que fue en realidad.
Con esencias y aromas creados por ella misma, atrajo al hombre más poderoso de esa época: Cesar, emperador de la gran Roma, se fue con él a vivir, le dio uno o dos hijos y este le pago, sosteniéndola como la reina de Egipto contra el celo de su hermano mayor que merecía el trono, por edad. La historia está llena de ejemplos de esa atracción que ejercen las mujeres con perfumes y esencias que utilizan las mujeres, para despertar el deseo de los hombres.