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Respuesta:
Espero te ayude :)
Explicación:
La economía de México estaba muy debilitada tras lograr la independencia porque la lucha por la misma dejó al país con la mitad de su fuerza de trabajo; además del cuantioso gasto que generó enfrentar una fuerza como la española acabó con la mayor parte de los recursos y obligó al país solicitar préstamos a otras potencias, por lo que la deuda heredada dejó al país en una bancarrota total y la minería que fue fuente de ingresos se hallaba abandonada después de las guerras, ya que la mayoría de los inversores retiraron sus capitales para emplearlos en el comercio o en otras actividades.
Respuesta:
¿Por qué la economía de México estaba muy Devilitada tras lograr la independencia?
La economía de México estaba muy debilitada tras lograr la independencia porque la lucha por la misma dejó al país con la mitad de su fuerza de trabajo; además del cuantioso gasto que generó enfrentar una fuerza como la española acabó con la mayor parte de los recursos y obligó al país solicitar préstamos a otras.
¿Qué pasó con la economía al termino de la guerra de Independencia?
Tras la guerra de Independencia es previsible que la desigualdad disminuye conforme mucha riqueza era destruida y la distribución de factores de producción cambiaba; por ejemplo, con la abolición de la esclavitud o el cambio de tenencia de la tierra. No obstante, seguramente esta disminución fue poco duradera
¿Cómo quedó México socialmente al termino de la guerra de Independencia?
México estaba sumido en crisis. ... México era independiente de España, pero no de la Iglesia ni de las clases acomodadas. Además, el nuevo gobierno había heredado la deuda externa que se había contraído para solventar el sueldo de los soldados, las armas y todos los gastos de la guerra.
¿Cómo fue la vida después de la independencia de México?
Al terminar la independencia, México estaba sumido en una profunda crisis económica. ... Se intentó levantar la economía con estrategias mercantiles, pero al fracasar estas, se tuvo que recurrir a medios drásticos, como la disminución de impuestos a los inversionistas y la subasta de propiedades de la Iglesia