Respuestas
Respuesta:
Los setenta y dos discípulos volvieron muy contentos, diciendo: "Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre". Jesús les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes. Sin embargo, alégrense no porque los demonios se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos". En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: "Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad. Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer". Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque yo les digo, que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron".
Lucas 10:17-24
Explicación:
Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua.(A)
2 Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo.
3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;
4 y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría.
5 Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero.
6 Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.
Juan 10
Juan 12
Juan 11: 32-36
Reina-Valera 1960
32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
33 Jesús entonces, al verla llorando, ya los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
35 Jesús lloró.
36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.