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El pasado fin de semana discutías sobre el peso de una botella de aceite y que, al ser más denso, era más pesada que una de agua. Todo el mundo entendió que el aceite es más denso y por lo tanto más pesado que el agua.

Si ponemos en un recipiente agua y aceite, el aceite flota. Por lo tanto el aceite es más ligero que el agua, pero habíamos dicho que era más denso, ¿dónde nos equivocamos?

El error estuvo en confundir la viscosidad con la densidad. La densidad es una unidad de medida que relaciona el peso con el volumen que ocupa, cuanto mayor el peso, mayor será la densidad. Pero, por otro lado, la viscosidad, es una propiedad física que nos define la fluidez de un material, cuanto más viscoso, más espeso. Pero no más denso, como se suele decir.